CONSUMO

Más de la mitad de los españoles ha cambiado de supermercado habitual para ahorrar costes

Lineal de frutas y verduras en un supermercado

Lineal de frutas y verduras en un supermercado / Archivo

La vivienda, la luz, el agua, la gasolina...Muchos son los gastos familiares que no paran de crecer este 2024, pero posiblemente ninguno afecte tanto desde el punto de vista organizativo como el del precio de la comida.

Porque los españoles tienen claro cuáles son sus supermercados favoritos, pero se ha llegado a una situación en la que muchos no se ven con la capacidad de poder elegir. Hablamos de comer menos y alimentos de peor calidad, comprados en establecimientos que no serían nuestra primera opción en situaciones habituales.

El precio de los alimentos se ha disparado en enero un 7,6% en Andalucía, dos décimas más que en España3 de cada 4 familias han reducido su gasto en productos servicios para hacer frente a la subida de precios de los alimentos y más de la mitad de los españoles ha cambiado de supermercado habitual para ahorrar costes. Un balance desolador.

Hablamos de comer menos y alimentos de peor calidad, comprados en establecimientos que no serían nuestra primera opción en situaciones habituales

Son algunos de los datos que arroja una encuesta realizada por FACUA-Consumidores en Acción a más de 3.000 consumidores y que evidencia el descenso de calidad en la vida de los españoles, que se deja notar no sólo ya en cuestiones de ocio como puede ser que el 65,3% haya reducido su gasto en bares y restaurantes o el 58,7% se prive de viajes, sino que empieza a notarse en aspectos vitales del día a día como la compra de ropa y calzado (47,1% renuncian ya a ello), o la compra en el supermercado de determinados productos básicos en una dieta sana y saludable.

Obligados a comparar precios

El encarecimiento de los alimentos ha motivado que el porcentaje de familias que consume ternera una o más veces en semana ha bajado 15 puntos con respecto hasta hace dos años. El 30% no lo hace ni siquiera una vez al mes o directamente no la compra. Y una situación parecida ocurre con el pescado. Menos de la mitad de los españoles lo consumen al menos una vez en semana (43,3%).

También baja el consumo habitual de fruta fresca o los lácteos. Y no sólo hablamos de un tipo de producto, sino también de la calidad de ese producto. Este aspecto se ha notado, sobre todo en el aceite de oliva, el pescado, la carne, las frutas, verduras y hortalizas y las conservas.

Como último recurso, y en función de la evolución de los precios en los supermercados, los consumidores se han visto obligados a ampliar su punto de mira y desplazarse a otros establecimientos diferentes al habitual (55% de los encuestados). Desplazarse con su vehículo y realizar grandes compras en supermercados más baratos o visitar varios supermercados diferentes buscando el mejor precio de cada producto.

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