DERBI En directo, la previa del Betis-Sevilla

HOGAR

¿Cómo limpiar los cristales sin necesidad de secado?

Una chica limpia los cristales de su casa

Una chica limpia los cristales de su casa / PIXABAY

Existen tres limpiadores imprescindibles para tu hogar y uno de ellos es el limpiacristales. Este material de tus ventanas, puertas o mesas ahorra energía aportando luz natural a la casa, reduce el impacto del ruido exterior y aumenta la seguridad en tu hogar, pero necesita tener un cuidado periódico y efectivo para ello ¿cómo conseguirlo?

En ocasiones comprobamos con frustración como por mucho que le demos al cristal con nuestro producto habitual y la bayeta la superficie no termina de limpiarse, tarda mucho en secarse o no deja el brillo que esperamos ¿Cómo limpiar los cristales son necesidad de secado? Aquí os lo explicamos.

No hace falta recurrir al aparato capaz de limpiar los cristales por ti en mucho menos tiempo y la mitad de esfuerzo. Basta con recurrir al alcohol de limpieza para no tener la necesidad ni de pasar una bayeta posterior para que la superficie se seque y quede limpia. 

Basta con recurrir al alcohol de limpieza para no tener la necesidad ni de pasar una bayeta posterior para que la superficie se seque y quede limpia

Este milagro que anuncian los expertos se debe al efecto del alcohol isopropílico, también llamado isopropanol, ideal en superficies en las que suelen quedar marcas o huellas. Este producto se evapora muy rápidamente y nos ayudará a acelerar nuestros procesos de limpieza en casa, pero, mucho ojo, porque tiene un ligero inconveniente que debemos tener en cuenta antes de aventurarnos a usarlo: Estamos ante un compuesto químico incoloro, con un fuerte olor y altamente inflamable, por lo que es fundamental utilizarlo con cuidado.

Cómo usar el alcohol de limpieza

Al ser un producto abrasivo la primera recomendación para usar el alcohol de limpieza es hacerlo siempre con guantes puestos. Además, también es importante mantenerlo lo más alejado posible de la nariz cuando vayamos a esparcirlo sobre el cristal o la superficie de la bayeta con la que vamos a limpiar. Así evitaremos dañar las vías respiratorias. 

A la hora de aplicarlo sobre el cristal ya hemos explicado que su alto poder de evaporación permite no tener que pasar un nuevo paño para secarlo. Incluso, si quisiéramos hacerlo, deberíamos ser conscientes de que sería necesario hacerlo rápidamente para no perjudicar el proceso de limpieza. 

Además, tan importante como el modo de uso resulta la forma en la que se conserva este alcohol de limpieza. Siempre debe guardarse en sitios en los que no vayan a darse altas temperaturas en ningún momento del día: cocina, calentadores, termos...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios