Fue a principios de 2020 cuando el gobierno anunció cambios en la factura de la luz de los hogares y empresas, pero no será hasta el próximo mes de junio cuando está previsto que entre en vigor. Ya saben, el coronavirus lo ha parado casi estos últimos meses.
Las empresas de distribución de la electricidad tienen hasta abril para adaptarse a los nuevos peajes establecidos y los consumidores un par de meses más para ir adoptando los mejores hábitos para conseguir que el sistema de tramos horarios que se avecina les beneficie y no les cueste más dinero en las futuras facturas.
A falta de tramos de nazarenos en las calles, toca aprenderse los tramos en los que nos interesará más poner lavadoras, microondas, encender la televisión o limpiar el salón con la aspiradora o el moderno robot bailando la 'conga' por nuestras habitaciones.
En 2021, los actuales peajes de acceso se van a transformar en una única tarifa, la 2.0TD. Esta tendrá 3 términos de energía y 2 de potencia. Los diferentes tipos de discriminación horaria que conocemos hasta ahora se reforman, dando paso a una única discriminación horaria. La discriminación horaria de la nueva tarifa tiene 3 periodos:
Punta: horas más caras (10-14; 18-22)
Llano: horas con precio medio (8-10, 14-18, 22-00)
Valle: horas con precio reducido (00-8; y fines de semana y festivos nacionales).
Por otro lado, con la nueva tarifa de la luz podrás elegir dos potencias distintas, una para el periodo valle y otra para el punta. O, si lo prefieres, podrás contratar la misma para ambas franjas. Los fines de semana y festivos nacionales también se consideran horas valle para el término de potencia. Los cambios en los peajes de acceso también afectarán a los consumidores con una potencia contratada superior a 15 kW.
Temporadas eléctricas con la nueva tarifa de precios
Con el cambio de tarificación se divide el año en 4 períodos o temporadas eléctricas, siendo el precio del kWh diferente para cada una de ellas. En función de la temporada en la que estemos podemos calificar el día de la semana de diferente forma, siendo la calificación A la más cara y la D la más barata.
En la temporada alta de lunes a viernes se considerará con la calificación A, en la temporada media-alta, con la B, en la media, con la B1, y en la baja con la C, reservándose la consideración calificación D (la más barata) para cualquier fin de semana, independientemente del período en el que nos encontremos.
Cuadro con la consideración de las tarifas eléctricas por días de la semana
¿Será efectiva esta medida en los bolsillos de los usuarios y la práctica de un consumo más eficiente? Sí ya se de por sí descifrar la factura de la luz es algo complejo, a partir de verano este asunto se convertirá en un auténtico sudoku eléctrico. Si se planifica bien, está previsto que una familia media pueda ahorrar alrededor de 100 euros al año.
El objetivo es incentivar el uso de la red eléctrica en periodos en los que está menos saturada. Afectará a todos los consumidores, pero especialmente a los que están el mercado regulado, menos de la mitad de los usuarios.
El objetivo es incentivar el uso de la red eléctrica en períodos en los que está menos saturada
Hay quiénes piensan que la gente se acostumbrará a poner los aparatos en funcionamiento por las noches o los fines de semana y otros que los usuarios no condicionarán su vida al precio la luz, por imposibilidad ante el ritmo vital que sufren las familias, lo que al final se traducirá en un mayor coste
¿Y usted? ¿Cree que el futuro está en que las máquinas funcionen mientras duermen los humanos? ¿Acumulará ropa entre semana para poner en funcionamiento las lavadoras el fin de semana? El debate está abierto...
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