De libros

Mario Vargas Llosa: "Estoy acongojado"

  • Un puñetazo lleno de leyenda quebró la amistad que unió a los dos genios de las letras hispanoamericanas.

Si hay una relación especialmente señalada de Gabriel García Márquez, esa es la que mantuvo con el escritor peruano Mario Vargas Llosa. Para bien y para mal. El  Premio Nobel de Literatura de 2010 se mostró el jueves muy acongojado tras conocer el fallecimiento del otrora su amigo y envió las condolencias a su familia.

Vargas Llosa se enteró de la noticia en la ciudad andina de Ayacucho, a donde viajó para pasar los días de la Semana Santa junto a su familia. El autor de La ciudad y los perros se encontraba en el Hotel Plaza de esa ciudad cuando la prensa le dio la noticia, según mostró el Canal N de televisión. "Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua", declaró Vargas Llosa con evidente congoja a un reportero del canal de televisión. El autor peruano añadió que las novelas de García Márquez "le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier".

Fueron grandes amigos hasta la mediana edad, pero una pelea por motivos nunca explicados por los protagonistas los alejó, aunque siempre remarcaron el respeto y la consideración por la obra del otro. Fue un puñetazo el que quebró hace años la amistad que unió a ambos genios de la literatura hispanoamericanos y el incidente dio lugar a una leyenda que engrandeció, si cabe más aún, sus figuras.

Los novelistas, que se conocieron en Venezuela en 1967, protagonizaron una de las rivalidades más famosas en el mundo literario desde que en 1976 Vargas Llosa propinó en México, ante testigos, un puñetazo al que fuera su  amigo.  El motivo de la disputa ha sido un misterio desde entonces porque los escritores han mantenido un histórico pacto de silencio entre caballeros. Sin embargo, son varias las versiones que circulan sobre las causas que pudieron provocar el desencuentro y la ruptura de una amistad que no surge con facilidad en el mundo de las letras.

 

Rodrigo Moya, amigo de Gabo, publicó en 2007 un artículo y fotos del incidente el mismo día en el que el autor de Cien años de soledad cumplía 80 años y en las que aparecía con el ojo izquierdo amoratado. Moya, fotógrafo mexicano de origen colombiano, explicaba que la había hecho el 14 de febrero de 1976, dos días después del incidente, porque García Márquez quería tener "una constancia" de aquella agresión. El fotógrafo le preguntó entonces al escritor qué había pasado y este fue "evasivo" y atribuyó la agresión a "las diferencias" que ya eran insalvables en la medida en que el autor peruano "se sumaba a ritmo acelerado al pensamiento de derecha".

Fue Mercedes Barcha, la esposa de Gabo, quien hizo el comentario más elocuente: "es que Mario es un celoso estúpido", cuenta el fotógrafo que dijo ella. "Mientras ambas parejas vivían en París, los García Márquez habían tratado de mediar en los disturbios conyugales entre Vargas Llosa y su esposa, Patricia, acogiendo sus confidencias", apuntaba Moya.

La versión del periodista hispano-peruano Francisco Paco Igartua, la que mayor fuerza ha tomado con el paso del tiempo, se remite también a un origen en discrepancias sentimentales entre Vargas Llosa y su mujer.  El británico Gerald Martin, en su biografía Gabriel García Márquez: una vida, da otra pista para desvelar el enigma: Vargas Llosa le dijo al colombiano: "esto es por lo que le dijiste a Patricia" o "esto es por lo que le hiciste a Patricia". Ángel Esteban y Ana Gallegos, catedráticos de Literatura de la Universidad de Granada y autores de De Gabo a Mario, se suman a la tesis de que la trifulca fue originada por una "cuestión personal", aunque sugieren además "diferencias ideológicas".

Vargas Llosa y García Márquez coincidieron en los años setenta en Barcelona, una época, según Pilar Donoso, hija del autor chileno José Donoso, que fue "especial para ambos". Allí, los hijos del autor del boom jugaban juntos y formaron "una verdadera familia". Barcelona es la ciudad en la que se cruzan las carreras en el plano editorial de García Márquez y Vargas Llosa de la mano de Carmen Balcells, la agente más importante de literatura en castellano.

Su devenir literario confluyó una vez más cuando en octubre de 2010 la Academia sueca reconoció con el Premio Nobel de Literatura al peruano.  Tendrán que ser los demás, "los que averigüen, descubran, los que digan qué paso", retaba Vargas Llosa. Pero el abrazo de la reconciliación ya no se producirá jamás.

El tributo al autor colombiano fue generalizado, trascendiendo al mundo de las letras. En España, el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, afirmó el mismo jueves que con García Márquez "desaparece la figura más representativa de la literatura en español y uno de los novelistas más importantes del siglo XX". En su cuenta de Twitter, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba lamentó la muerte del escritor, su escritor favorito "y el millones de lectores".

En Sudamérica, la noticia provocó inmediatamente las condolencias de sus principales líderes. El presidente de su país, Colombia, Juan Manuel Santos escribía en su Twitter: "Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos", un dolor al que se unió el ex presidente Álvaro Uribe, quien destacó que gracias a Gabo "millones de habitantes del planeta" se enamoraran de Colombia. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, calificó a García Márquez como "uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos" y el de Perú, Ollanta Humala, deseó que descanse en paz "allá en Macondo".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que Gabo es uno de sus "escritores favoritos desde que era joven". Su antecesor Bill Clinton, aseguró sentirse "honrado" de llamarlo amigo y  "conocer su gran corazón y mente brillante durante más de 20 años".

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