Antonio Álvarez será el encargado de buscar los dos objetivos que tiene pendientes el Sevilla: repetir en la Champions y ganar la Copa. Después de que Luis Aragonés se descolgara con unas peticiones económicas y deportivas prácticamente inasumibles, la cúpula optó por un técnico de la casa que afronta su primera aventura como primer entrenador. La buena sintonía de Álvarez con una plantilla que conoce perfectamente y la importancia de esto en lo anímico han sido claves para que, ante la falta de otro recurso, José María del Nido y Monchi se decantaran por él.

El propio Del Nido fue el encargado de anunciar a la plantilla que Álvarez será su entrenador hasta el 30 de junio justo antes de que éste dirigiera su segunda sesión de entrenamiento, en la que ya dejó pinceladas de su forma de reanimar a un equipo que parecía muerto. Posteriormente, Monchi lo presentó a la prensa: "Solamente quiero decir que cuenta con toda la confianza del director deportivo y del consejo de administración, desde el último consejero al presidente". El director deportivo aclaró que su puesto tiene fecha de caducidad, con matices: "La idea es que esté hasta el 30 de junio. Ojalá las cosas salgan bien y esté no un año, dos o tres, sino muchos más. El presidente le ha transmitido su confianza y la posibilidad de que se quede si las cosas salen bien".

Luego, tomó la palabra un ilusionadísimo Álvarez, que afronta su primera gran aventura como entrenador después de haber sido segundo técnico durante muchos años, desde Toni a Marcos Alonso pasando por Caparrós, Juande Ramos y hasta el propio Jiménez, con quien concluyó la temporada 07-08 antes de que el club lo reubicara en la secretaría técnica.

"Es un sueño -reconocía el ya técnico del Sevilla-, como jugador lo he sido todo aquí, después he estado muchos años ocupando el puesto de segundo entrenador, los dos últimos en la secretaría técnica y, por fin, ha llegado el día que yo esperaba. Tengo muchísima ilusión, ganas y confianza para sacar esto adelante. Tenemos los objetivos al alcance de la mano. Era la ilusión de mi vida y hoy la he visto hecha realidad".

Álvarez aclaró cuál es su intención, su ánimo y cómo ve al equipo: "Les voy a dar confianza a los jugadores, voy a convencerles de que vamos a conseguir los objetivos". Y habló del estado anímico: "Yo creo que es una cuestión mental. Después del resultado del CSKA hubo un desengaño grande, porque tenían la ilusión de jugar los cuartos de la Champions. No ha sido así y creo que el tema es mental. Me creo capacitado para entrar en el vestuario y subir ese ánimo".

Inmediatamente, entró en el plano táctico y técnico: "Yo voy a intentar darle un buen trato al balón, darle importancia al balón, llegar arriba las máximas veces posibles, jugar en el campo contrario, tenemos delanteros de categoría internacional... Es decir, apostar por un fútbol ofensivo, corriendo los riesgos que este fútbol conlleva, pero eso no me preocupa, confío muchísimo en la plantilla que tengo".

Otro aspecto crucial es cómo se ha encontrado un vestuario que parecía roto: "En los dos días que llevo me he encontrado un equipo con unas ganas de trabajar enormes, mucha ilusión y dispuesto a sacar esto adelante. Hay lesiones, pero qué equipo no tiene lesiones a estas alturas. Me he sentido arropado en el vestuario". "Quiero transmitir agresividad, competencia, competitividad y buen trato de balón. Robarlo lo antes posible y jugarlo. Y eso vamos a entrenarlo", añadió sobre sus conceptos.

A Álvarez se le preguntaba si creía posible recuperar el estilo de Juande Ramos, con quien trabajó muy bien: "Yo creo que sí. Soy conocedor de la plantilla que tengo y, para como quiero jugar, hay buenos mimbres. Gente rápida, técnica, trabajadora. Pero que nadie piense que en dos días vamos a arrasar a todos los rivales".

También habló de Luis Fabiano: "Conozco su forma de ser. Es un profesional, yo he hablado mucho con él y creo que nos va a dar su mejor mano, se va a entregar, y yo voy a aprovechar esas ganas". Por último, envió un mensaje optimista: "Estamos a dos puntos de la Champions. Hay que ser optimistas y confiar en que conseguiremos esa cuarta plaza, mínimo, porque el equipo está capacitado para ganar los diez partidos que quedan. En cuanto a la final, es cara o cruz, pero ya tenemos la experiencia de la racha de títulos y eso es una ventaja". Fue uno de sus guiños para devolver la sonrisa a una plantilla a la que se vio muy involucrada en una sesión en la que hubo sonrisas y la complicidad propia del aire fresco.