La temporada para el Cajasol avista su final ya en el horizonte. Quedan dos partidos sin nada en juego más que el orgullo, ante rivales cuyo futuro también está decidido: el descenso para el Manresa y la permanencia para el Fuenlabrada. Es hora de dar minutos a los más jóvenes, que no a los menos habituales, que ni siquiera se han ganado eso durante la campaña. Menos aún la renovación.

Uno de esos nombres es el de Asbury. El que fuese máximo anotador en la pretemporada ha perdido todo el protagonismo del inicio del curso en la segunda parte del año. El alero, que debía ser uno de los referentes en ataque, ha quedado relegado a un tercer plano, por detrás de Sastre, Holland y, ahora, incluso Porzingis. La metamorfosis del norteamericano (con pasaporte guineano) ha seguido la línea contraria del resto del equipo. De más a menos. De fijo a casi un espectador.

Su tarjeta de presentación en la primera jornada contra el UCAM Murcia fue de 19 puntos en 33 minutos. Un debut esperanzador, pero sólo eso. La pasada jornada, por segunda vez esta campaña, y ante el mismo rival, el Bilbao, valoró negativo. Lo cierto es que, salvo Williams, ningún cajista estuvo a la altura el sábado, pero lo cierto es que sus números y aportación en la segunda parte de la temporada reflejan su involución.

En los 17 primeros partidos Asbury promedió 9,3 puntos, 3 rebotes y 8 puntos de valoración en 24,1 minutos de media. En este tiempo, anotó 10 puntos o más en 8 encuentros, en sólo 4 no alcanzó los 5 y en 15 jugó más de 20 minutos. En los 15 choques de la segunda vuelta los números hablan por sí solos: 3,8 puntos, un rebote y 4 de valoración en menos de 12 minutos por partido. Su tope anotador han sido 11 puntos (en la Fonteta), la única vez en la que alcanzó al menos la decena; en 11 ocasiones sumó menos de 5 puntos y sólo una vez disputó más de 20 minutos (21, ante Unicaja).

Algo parecido le ocurrió en la Eurocup. De disputar 28 minutos de media y sumar 16,7 puntos en la primera fase, a jugar 16 minutos y lograr sólo 5,7 puntos en el Top 16. La Liga española está, evidentemente, a años luz de la hebrea, pero también las estadísticas que firmó la temporada pasada en el Green Tops Netanya (18 puntos y 7,6 rebotes y 21,7 de valoración) de lo que ha hecho este año.