'Chapeau, monsieur'

Julien Escudé se despidió del sevillismo en un extenso y sentimental acto. El francés hizo gala de su elegancia en un discurso en el que recordó a todo el entorno que lo rodeó en su etapa como sevillista.

'Chapeau, monsieur'
'Chapeau, monsieur'
Baldomero Pozo, Sevilla

30 de julio 2012 - 13:03

El adiós de Julien Escudé puso de manifiesto la diferencia entre los jugadores que pasan desapercibidos y aquéllos que dejan huella en un club, como es su caso. Se marcha tras seis años y medio en los que contribuyó a cimentar la etapa más existosa del club nervionense. De Sevilla se va con 239 partidos jugados, seis títulos en su haber y una gran cantidad de amigos, a los que quiso recordar en su despedida.

El acto tuvo lugar en el antepalco del Sánchez-Pizjuán y el defensa galo se encontró arropado por numerosas personalidades de la cúpula directiva del Sevilla. Entre ellos estaban el presidente de la entidad, José María del Nido; el subdirector general deportivo, Monchi; el subdirector general de organización y gestión, Manuel Vizcaíno; el responsable del área jurídica, Luis Carrión, y el vicesecretario del consejo de administración, José María del Nido Carrasco.

Las primeras palabras fueron del presidente, que halagó a Escudé tanto en el plano profesional como en el humano: "Ha sido un grande al cubo, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego". Asimismo, Del Nido hizo referencia a la capacidad de liderazgo del francés: "Ejercía de capitán sin serlo y cuando llevó el brazalete también lo hizo perfectamente".

A continuación, tuvo lugar la visualización de un emotivo vídeo con los mejores momentos del central francés como sevillista, en el que tuvieron cabida sus goles, algunas de sus acciones defensivas más destacadas y su presencia en las celebraciones de los títulos conquistados.

Cuando llegó el momento del discurso de despedida, el nuevo fichaje del Besiktas se mostraba ya visiblemente emocionado. Escudé tuvo palabras de agradecimiento para una gran cantidad de gente, desde sus vecinos de Bormujos hasta los jardineros y miembros de la seguridad del club sevillista.

De forma especial, y en primer lugar, recordó a Monchi por haber confiado en él: "Me acuerdo que estaba de concentración con el Ajax y me llamó para decirme si quería venir aquí. Me convenció de que tendría un sitio y de que se podían hacer buenas cosas".

"Un futbolista en la vida quiere salud, jugar, ganar títulos y ser feliz en la ciudad, y todo eso lo he tenido yo. He vivido dentro de un sueño durante seis años y medio", señaló el jugador francés que, además, no quiso dejar pasar la oportunidad de expresar su profundo amor por la ciudad de Sevilla: "Siempre he tenido el olor del azahar, esas naranjas en las calles, los campos de olivos y mis paseos por el Arenal, la Macarena, Triana y la Alfalfa".

Otra de las pasiones que Escudé adquirió en su estancia en la capital andaluza fue la Semana Santa. Reconoce "haber sentido cosas muy fuertes viendo la salida del Baratillo o de La Lanzada, a la Esperanza de Triana por el Postigo y a El Silencio en la Catedral".

Hasta los aficionados del Betis tuvieron hueco en la alocución de Escudé, algo que dice mucho de la grandeza personal del futbolista galo. "Me quedo con la gente de la calle, también con los béticos, porque en todo este tiempo nunca he tenido ningún problema. La gente no se creía que pudiésemos convivir dos equipos tan fuertes con tanto respeto mutuo", afirmó.

Monsieur Escudé, como lo conocía la afición por su elegancia, se marcha teniendo muy presente al club. "Siempre quedará aquí una parte de mi corazón. Volveré, seguro, pero ahora me toca empezar una nueva etapa, intentando tener lo que he tenido aquí en este tiempo", concluyó.

El defensa destacó a Palop y Kanoute como los compañeros más especiales, con los que pudo disfrutar de todos los triunfos sevillistas. El central izquierdo conformó una inexpugnable dupla en la zaga junto a Javi Navarro.

Con la salida de Escudé se esfuma uno más de los puntales del Sevilla campeón. Poco a poco han ido saliendo Daniel Alves, Poulsen, Adriano, Luis Fabiano, Kanoute... El único superviviente, el eterno capitán, de 38 años, Andrés Palop.

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