Deportes

Coke, del café a los salones

Jorge Andújar Moreno. Es un nombre muy de la calle, castizo. Lo mismo de Vallecas que de la Puerta Osario. Es el nombre de Coke, un hombre "inmensamente feliz" que lleva su salto a la fama con la misma naturalidad con la que se pasea por la Encarnación, recogiendo felicitaciones de los vecinos sevillistas cuando marca un gol en un derbi o sonriendo ante las chanzas guasonas. Mariano por Coke ya ha dado hasta nombre a una peña. "La gente, de donde pueda sacar guasa, la va a sacar, eso es seguro... Forma parte del fútbol. En Basilea compartimos banda y la cosa salió muy bien. Éramos competencia y ahora nos compenetramos para ayudar al equipo". El colectivo sale rápido a la palestra. Es el norte de Coke.

Sus dos goles en la final de Basilea ya están enmarcados en oro en la historia del Sevilla, un club de leyenda del que Coke es su capitán. El animoso lateral del Rayo ha cambiado los cafés y las tertulias de la calle Regina por los grandes salones europeos. El lunes será referencia principal en el Salón Colón del Ayuntamiento. Es el jugador más veterano de esta plantilla tricampeona, el que vivió la transición a la nueva época de oro. La apuesta de Unai Emery en él como extremo llegó casi por casualidad. La gravísima lesión de Krohn-Dehli en Donetsk le abrió las puertas de la titularidad en los partidos decisivos. Y el absentismo de Konoplyanka, que también ha permitido el regreso del mejor Vitolo en su banda buena, la izquierda, hizo el resto. Ya no es Coke por Mariano, ahora es Mariano más Coke. Una banda temible. Que le pregunten al Liverpool...

"Estoy inmensamente feliz -recalca a la radio del club-. Primero por todo el mundo que apoya al Sevilla, y por todo el mundo que personalmente me ha apoyado en los momentos más duros, les debo todo lo que soy. Y mira, ahora tengo la suerte de lo que pasó anoche, que pasa muy pocas veces en la carrera de un futbolista, y también se lo debo a esa gente que me ha apoyado en los momentos malos". Porque a Coke le ha costado llegar a la élite. Su acierto hace dos veranos, cuando rechazó una oferta del Marsella, tenía este premio guardado, como haber aguantado con su fe y su compromiso las dudas sobre su capacidad para el más alto nivel.

En el avión, de vuelta, era el reclamo de las felicitaciones. Cerveza y bocadillo en mano, Coke reía con la tranquilidad del deber cumplido. Hasta Inglaterra ha llegado la guasa de su apodo, que amaneció sobre los anaqueles de prensa de los salones ingleses. Del café en la calle Regina al té en los clubes británicos. "Coke Zero" fue el titular elegido por The Sun y The Mirror para sintetizar el varapalo del Liverpool a manos de este desconocido en el fútbol mundial que se comió a internacionales de Brasil e Inglaterra como Firmino, Coutinho, Milner y Sturridge, estrellas que cuestan millones de euros. Pero, ¿cuánto vale el doblete de Coke? Él tiene claro cuál es el valor de su hazaña, porque sabe trasladar el fútbol de la calle a los grandes estadios, para eso eligió vivir en Santa Catalina y no encerrarse en una jaula de oro de esas grandes y elitistas urbanizaciones: "Hacer a esa gente feliz es lo que nos hace felices. Nosotros jugamos para mejorar como deportistas, pero sobre todo le debemos algo a la afición muy importante, el que nos acompañe a todos los sitios que pueden. En Basilea, aunque eran un tercio de los ingleses, sólo se escuchaban los cánticos del Sevilla".

Su talante positivo le ha ofrecido este salto universal a la fama. Antes de la final se permitió pasear por Basilea con David Soria para empaparse del ambiente y relajar tensiones. Luego llegó la explosión. "No me lo creía, sobre todo el segundo gol. Metes el 3-1 y ves que lo tienes casi en la mano. Sólo hice correr hasta nuestra gente, hasta nuestra afición, y porque no podíamos subir a abrazarnos con todo el mundo, porque lo habríamos hecho seguro". Es Coke, el capitán sencillo de un equipo de leyenda.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios