Reparto de emociones, ocasiones y puntos en un igualado derbi femenino en el que hubo una parte para cada equipo y empate final sin goles. El Sevilla apretó hasta el final en busca del gol del triunfo después de sufrir las embestidas del Betis en la primera parte. Pero todo quedó en tablas, aunque incluso hubo un penalti que no aprovechó la directora de juego bética.

Los cambios por parte de Cristian Toro en la segunda parte equilibraron el choque y le dieron más pujanza a las blanquirrojas, pero la meta Thalmann se mostró siempre segura después de que las verdiblancas, merced a una mejor primer mitad, no aprovecharan sus ocasiones, sobre todo ese penalti que mandó alto Ángela Sosa. 

El Sevilla abrió las hostilidades, con su juego más directo. Al minuto de juego, aprovechando la zaga adelantada del Betis, Rosa Otermín buscó a la espalda de la defensa a Tony Payne, pero estaba algo adelantada. Jessica intentó una volea lejana casi inmediatamente y el Betis reaccionó con un centro peligroso de Babajide que salió despejado a córner por Teresa. En el minuto 7 de nuevo Babajide, tras un exceso de confianza de Isabella, se fue con velocidad y a su centro no llegó Asantewaa por muy poco. 

El derbi había empezado con brío y tras ese inicio de alternativas llegó la mejor ocasión del Sevilla. Tony Payne recibió un gran balón, otra vez a la espalda de la zaga bética, pero su disparo a bocajarro lo sacó la meta Thalmann. El doble rechace les cayó a Inma Gabarro y Jessica, y de nuevo paró Thalmann. Fue una gran oportunidad.

El partido era de constante ida y vuelta en esos momentos y la réplica bética llegó de nuevo por Babajide, que ganó la línea de fondo y su pase atrás lo remató sobre la marcha Ángela Sosa, pero Sullastres, muy atenta, detuvo sin problemas. 

La portera sevillista aún haría una gran parada a tiro a bocajarro de Babajide, que se internó en el área tras dejar atrás a su par en un pase interior de Asantewaa. 

A raíz de esa ocasión, el Betis se hizo con el control del juego, ante un Sevilla al que le costaba ya salir con su juego directo. Y esa valentía verdiblanca de líneas adelantadas ordenada por Juan Carlos Amorós empezó a dar sus frutos en forma de constantes llegadas, ante tímidos contragolpes sevillistas.

En esa fase llegó la mejor ocasión de toda la primera mitad, que fue para el Betis. Natalia Gaitán arrolló a Mari Paz cuando esta intentaba una chilena en la frontal del área y el penalti fue claro. Lo lanzó Ángela Sosa buscando la colocación, pero se le fue por encima de la portería (35').

El Betis no había encontrado premio a su pujanza y el Sevilla tenía que recomponerse tras el susto. Y así comenzó la segunda parte, con las espadas arriba y los dos equipos lamentando su suerte.

Pero no cambió mucho la dinámica tras el descanso. El Betis siguió mandando en el campo y Cristian Toro intentó hacer reaccionar a su equipo metiendo tres futbolistas de una tacada en el minuto 53.

Los cambios tardaron en surtir efecto, pero una vez que Araya y Cahynová se hicieron al partido, el Sevilla volcó hacia el área bética el encuentro, con buenas llegadas sobre todo desde la banda en la que percutía Tony Payne.

Ahí emergió la figura de la meta Thalmann, a quien la extremo derecha norteamericana puso a prueba con un primer centro envenenado que tuvo que despejar con apuros a córner (68'). A partir de ahí, el Sevilla se hizo con el mando y el Betis ya no encontraba la fluidez de juego que había tenido hasta la hora de juego. 

Cahynová fue clave para que Ángela Sosa ya no encontrara las vías por dentro y los ataques sevillistas se sucedieron, como en un disparo que se fue arriba de Araya (74'), y otro centro peligroso de Tony Payne que se fue a córner (78'). 

Al Betis le costaba ya un mundo atravesar la medular, aunque Ángel Sosa tuvo un intento con un disparo al que respondió la meta Sullastres. En los instantes finales, el Sevilla intentó apretar más, pero la zaga bética, con Dorine hecha un baluarte, aguantó bien el chaparrón y todo quedó en justas tablas en una jornada festiva como antesala al Día Internacional de la Mujer, motivo por el que el derbi se jugó en el Ramón Sánchez-Pizjuán.