La noticia más positiva del entrenamiento de ayer se produjo al comprobar que Eder Vilarchao, lesionado de gravedad en un tobillo el pasado mes de enero, trabajó al mismo ritmo que sus compañeros, aunque el cuerpo técnico lo distinguiera del resto con un peto naranja, por aquello de que se evitaran los contactos en su primer día con el grupo.

"Me he sentido muy bien. La pierna no me ha molestado nada, ni un dolor, y físicamente también me he encontrado bien, me he cansado mucho menos de lo que esperaba. Poco a poco iré recuperando la forma", manifestó el propio Vilarchao a los medios oficiales del club nada más acabar el entrenamiento.

La idea del zurdo pasa ahora por tratar de disputar algún partido antes de que acabe la temporada. "Voy a dar lo máximo de mí para demostrarle al míster que estoy a su disposición. Si en estas jornadas puedo entrar, perfecto, y si no es así seguiremos trabajando muy duro para el futuro", señaló el joven vasco.

Precisamente, tanto Mel como la dirección deportiva valorarán durante el próximo mes la recuperación de Vilarchao y tomarán una decisión sobre si realiza la pretemporada con la primera plantilla, después de que ampliase su contrato en enero, o incluso se le busca una cesión en un equipo donde pueda contar con más minutos y que no frene la progresión que se le vislumbra.