El Estadio de la Cartuja cumplió sus 20 años habiendo acogido sólo 10 eventos deportivos internacionales y luego, en sólo uno, ha celebrado doce y cuenta con una agenda de otros treinta de aquí a 2014. Los datos apuntados por José María Arrabal, secretario general para el Deporte de la Junta de Andalucía y presidente de la sociedad gestora de esta instalación, demuestran el nuevo rumbo que ha tomado un recinto de primer nivel que ha permanecido durante dos décadas infrautilizado y sumido en un olvido que obligó incluso a mantener las pistas y el terreno de juego cerrados durante más de 800 días.

A pesar de la pandemia, el relanzamiento del que ha sido durante mucho tiempo un monumento al despilfarro ya se ha producido y es ahora cuando la Junta de Andalucía, que preside la sociedad gestora, cuenta con un plan que persigue rentabilizar una inversión, ya amortizada, pero que suma a estas alturas 254 millones de euros, entre el coste de construcción y las pérdidas contables durante muchos años.

El recinto ya ha acogido partidos de la Eurocopa 2020 y aspira a consolidarse como sede de competiciones deportivas y conciertos. Sólo los acuerdos alcanzados por  la Junta de Andalucía con la Real Federación Española de Fútbol por 7,72 millones garantizan actividad hasta 2024.

Y dentro de esta estrategia, este jueves se presentó una nueva imagen corporativa para La Cartuja, en un intento por renovar la marca y adaptarla a sus actuales objetivos. “Este estadio es una gran ventana de Andalucía al mundo”, ha comentado Arrabal La vocación de esta instalación, convertida en contenedor para el deporte, la música, ocio e innovación, es  la de atraer eventos internacionales y, para ello, necesita contar con una agenda más constante y abierta a todos los públicos, convertirse en “una casa viva” para disfrutar durante todo el año.

Es como una pescadilla que se muerde la cola. La Cartuja necesita seguir creciendo para competir en su mercado y llenar de contenidos su agenda. Sólo así será rentable y podrá atraer nuevos eventos de nivel. No obstante, para ello son necesarias nuevas inversiones que adaptan y pongan a punto una infraestructura que cumple 23 años este primavera y donde las obras acometidas después de dos años clausurado por los riesgos que presentaba su cubierta no han sido integrales, sólo parcheos y mantenimiento, no obstante, no dignos de elogio, como los trabajos realizados en menos de 50 días para que el estadio acogiera los partidos de la Eurocopa el año pasado.

Hace unos meses la Junta de Andalucía planteó la necesidad de una nueva ampliación de capital en la sociedad gestora por valor de 10 millones de euros que permitirían suprimir las pistas de atletismo, ampliar el graderío y bajar el terreno de juego.

Pero las distintas administraciones, si bien coincidieron en su necesidad, no consideraron oportuno desembolsar ninguna cantidad de inmediato hasta que esta inversión no estuviera justificada con proyectos tangibles. Lo cierto es que la aspiración de albergar el Mundial de Fútbol en 2030, un deseo que nadie oculta, es necesario que la instalación se actualice y ello tendría que ser en 2023, antes de que se decida la sede. Pero la sociedad no iniciará ninguna actuación sin tener nada amarrado, según confirma Arrabal que no descarta dar entrada a capital privado en la sociedad, una fórmula mixta que exige en cualquier caso que el recinto sea rentable.

Por todo ello, todos los caminos pasan por conseguir una agenda internacional, convertir al recinto en referente de Andalucía y España. Y esa senda discurre ya por buen camino pues en los próximos días se irán anunciando conciertos y la llegada de grandes empresas dispuestas a apoyar el recinto.

Las edades del estadio: imagen más joven y fresca

La nueva imagen.

El nuevo eslogan del Estadio de la Cartuja es “Te queremos +”, un guiño fresco a un público joven que la sociedad que gestiona esta instalación quiere atraer al recinto para su relanzamiento. También hay una nueva imagen, obra del diseñador gráfico Eloy Domínguez, del equipo de Footters, que refleja un logo flexible y rejuvenecido que es también un homenaje a la historia y a la arquitectura de La Cartuja. Uniendo dos hitos de este territorio, la antigua fábrica de cerámica y el monasterio de la Cartuja y este coliseo, la nueva marca recurre al símil de contenedor (deportivo y cultural) y sinónimo de plato o vasija y fabrica el nuevo logo con trazos que recuerdan a los dibujos de esta tradicional y sevillana cerámica sin perder el aire más fresco y juvenil del que se quiere impregnar a esta instalación.