¿Jugar con una bala en la cabeza?

Dos meses después de rozar la muerte, el regreso del futbolista paraguayo Salvador Cabañas es incierto tras recibir un balazo que sigue alojado en su cabeza.

Cabañas, de 29 años, salvó la vida y visiblemente recuperado ya expresó su deseo de volver a las canchas. Pero médicos y directivos observan todavía con cautela su posible regreso al fútbol profesional con una bala incrustada en la cabeza.

"Seguramente va a mejorar mucho, mucho más, pero no puedo estar segura de que vuelva a jugar al nivel que tenía", dijo la directora de Medicina del Deporte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la doctora María Cristina Rodríguez.

El 25 de enero, después de una aparente discusión en los baños de un bar de Ciudad de México, un hombre disparó a Cabañas en la cabeza. El jugador quedó gravemente herido y los médicos mexicanos le salvaron la vida. Le retiraron coágulos del cerebro, pero no así el proyectil, que sigue alojado en su cabeza. La doctora Rodríguez destacó lo complicado que sería jugar al fútbol con un cuerpo extraño en la cabeza: "Es muy aventurado predecir algo así. Realmente, la lesión que él tiene, que tuvo, que tenga un cuerpo extraño en el cerebro... Yo creo que a cualquier persona le afecta de manera importante".

"Se ha recuperado bien, es cierto, camina, coordina, tiene muy buenos avances, pero no puedo asegurar si va a volver a jugar o no. Se me hace muy difícil, pero habría que esperar", dijo con cautela.

Hace dos semanas Cabañas dio una entrevista a Televisa, donde apareció jugando al ping pong y se mostró deseoso de volver a las canchas, aunque al mismo tiempo se le vio con poca expresión y con los ojos perdidos. "Dentro de poco vamos a estar ya en las canchas. Quiero jugar todavía", señaló el delantero. Pero hay muchos temores, como la posibilidad de que la bala se mueva en su cabeza al ser un cuerpo libre incontrolable.