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Kanoute, la leyenda

  • El ídolo afronta sus últimos 8 partidos antes de un sentido adiós · "La forma de despedirlo será muy especial, distinta a las demás y muy original", desvela Del Nido

El fútbol marca sus pautas respetando un caprichoso guión: un día después de que Frederic Oumar Kanoute se convirtiera en el jugador extranjero con más partidos oficiales en la historia del Sevilla, José María del Nido abrió la puerta que conducirá al gigante franco-malí a la galería de las leyendas, en la que su enorme figura está destinada a morar por siempre. Lo hizo el presidente con estas palabras, el pasado Martes Santo en la iglesia de San Benito: "Acaba contrato en junio e imagino que finalizará este año con nosotros".

Esa frase ha activado la cuenta atrás para el adiós de Kanoute, que después de haber jugado 287 encuentros oficiales con el Sevilla, aspira a dejar su récord en 295 si comparece en los ocho partidos que quedan para que acabe la Liga. En este tramo final, el delantero lyonés también se juega el pequeño honor de despedirse del club con un pleno de clasificaciones continentales en las siete temporadas que ha defendido su escudo.

En los nueve partidos que se ha sentado Míchel en el banquillo, Kanoute ha sido titular en cuatro ocasiones, aunque en los últimos tres partidos, que coincidieron con la vuelta de Negredo, el Mejor Jugador de África en 2007 salió desde el banquillo y jugó unos 13 minutos en Santander, 6 en Granada y 25 ante el Mallorca. De 810 minutos bajo la batuta de Míchel, Kanoute ha disputado algo más de 390, menos de la mitad.

A tenor de lo visto en estos tres últimos partidos, con pleno de victorias blanquirrojas, al gran goleador le queda en esta Liga contribuir desde la suplencia, con minutos de calidad en cada comparecencia.

Pero eso, al jugador, parece no importarle. El propio Míchel, con quien mantiene muy buen feeling desde que éste relevó a Marcelino García Toral, lo reconoció el pasado sábado: "Cuando no juegan algunos componentes de la plantilla se habla de castigos. No se trata de eso. No nos alejamos de los jugadores. Fredy tiene tanta categoría que asume su rol, sea de titular como de suplente. Su máxima nota se la da su comportamiento diario. Es imposible tener un problema con él".

Míchel, que está mostrando grandes dotes de psicólogo, como reconoció Del Moral a la televisión del club el martes, ha sabido dar su sitio a cada uno, maneja los tiempos en el vestuario desde la privilegiada óptica que le da su brillante carrera como futbolista. Les sabe tocar la fibra, les da el justo protagonismo, como demostró con otra perla: "Los jugadores van a obligar al presidente a cumplir la cláusula de renovación".

Kanoute acepta cualquier rol con tal de ayudar con su juego a que el Sevilla selle de nuevo el pasaporte, aunque sea para jugar la Liga Europa, lo que hoy facilitaría la continuidad de Míchel. Pero de ahí a que ese éxito propicie un nuevo contrato para el gran ídolo de la afición va un trecho insalvable. Primero: el entrenador ha dejado claro ante los medios que la política de fichajes la rige la secretaría técnica, el club, y Kanoute, que hoy no es mi mucho menos un titular fijo, percibe 4,5 millones de euros brutos cada temporada, según reconoce una fuente directa del consejo. Segundo: el propio jugador reconoció hace justo un año a este periódico, en Bamako, que no quiere vivir sus últimos días en el Sevilla convertido en una vieja gloria limitada, sobre todo, a calentar banquillo. Y tercero: no le van a faltar suculentas ofertas de países con ligas menores pero un entorno sin presión.

El presidente sevillista suele recalcar que, bajo su mandato, el club reconoce y honra a su historia para que los recién llegados a esa fe balompédica sean conscientes del calado del Sevilla y los menos jóvenes mantengan sano su orgullo. Se reflejó en las despedidas a Daniel, Maresca, Dragutinovic, Luis Fabiano o Renato. Y la de Kanoute irá un punto más allá. "Es un grande entre los grandes y la forma de despedirlo será muy especial. Muy distinta a las demás. Y tremendamente original", desvela a este diario el presidente.

Será entonces cuando Kanoute sea investido, aunque él no lo quiera, en pura leyenda. Llegó de puntillas en agosto de 2005, bajo las miradas de recelo de quienes no entendían cómo el Sevilla se había gastado 6,5 millones de euros en un delantero que ese 2 de septiembre cumplía 28 años, que no terminó de triunfar plenamente en ningún club y que promediaba menos de 10 goles por temporada. En mayo, se marchará como el extranjero con más partidos y con más goles marcados: de momento 135, siete de ellos en cinco finales ganadas, y con un fantástico promedio de 0,47 por partido. Y sobre sus fantásticos registros, flotará un legado aún más noble: su juego en el campo y su personalidad fuera. Su huella.

En el club (aunque permanezcan todavía Jesús Navas, Palop o incluso Escudé como representantes de aquel equipo tan campeón) ya se resignan al enorme vacío, futbolístico, moral y sentimental, que va a dejar Fredy. Pero con la novena clasificación continental seguida, y mucho mejor si es para la Champions, será más fácil cubrir semejante merma. Quedan ocho jornadas para lograrlo. Ocho jornadas de Kanoute.

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