Fútbol

Un reglamento contra el fútbol control y especulativo y el balón al portero

Francisco Maya Calderón posa en el campo de Molins de Rei, su localidad de adopción.

Francisco Maya Calderón posa en el campo de Molins de Rei, su localidad de adopción. / M.G.

Ahora que se han cumplido tres años de la presentación de Julen Lopetegui en el Sevilla acaba de ser publicado un libro que coincide con algunas de las críticas que una parte del sevillismo hace de su filosofía de juego: el fútbol control, el balón hacia atrás y el juego con el portero. Incluso ese azote de los más recalcitrantes de que regala las primeras partes. Fútbol, un cambio de la Liga actual es una pequeña obra reivindicativa con la que Francisco Maya Calderón quiere remover las consciencias del fútbol en pro de una mayor viveza del espectáculo. Con algunos planteamientos algo cándidos, pero también con buenas ideas.

Plantea Francisco Maya Calderón (Cabeza de Vaca, Badajoz, 02-08-01956), que fue futbolista de la cantera del Espanyol hasta los equipos juvenil y amateur y luego fue entrenador de fútbol base durante muchos años, que hay que buscar una mayor viveza en el juego y para ello plantea varias cuestiones. Evidentemente, no es una obra que vaya a hacer temblar los cimientos de la FIFA ni de la International Football Association Board, que es la que limpia, fija y da esplendor –préstamo de la RAE– a las reglas del deporte más universal. Pero, como defiende este jubilado preocupado por el fútbol base y el profesional, "lo nuevo siempre parece imposible, pero intentaremos que sea posible".

Carátula del libro 'Fútbol, un cambio en la Liga actual', editado en Amazon. Carátula del libro 'Fútbol, un cambio en la Liga actual', editado en Amazon.

Carátula del libro 'Fútbol, un cambio en la Liga actual', editado en Amazon. / M.G.

Desde su humilde posición de jubilado que ha vivido el fútbol desde dentro, aunque hace ya tiempo, y como observador de la deriva del fútbol actual, tan volcado hacia la economía y el resultadismo en detrimento de los equipos modestos y del espectáculo, el autor propone una Liga de cuatro puntos en la que también se valore lo realizado en las primeras partes. Una quimera.

Es decir. Si un equipo gana en el primer tiempo pero sufre la remontada final, sumaría dos puntos. Si ambos equipos empatan en el primer tiempo, sumarían un punto, independientemente de quién se lleve la victoria final, que en todo caso supondría la acumulación de cuatro puntos: dos en la primera y dos en la segunda parte. Tiene sus fallos, lógicamente, como el de restar valor a las remontadas, porque supondría que un equipo que gana en la primera mitad obtiene el mismo premio que el que remonta en la segunda...

Quiere acabar así el autor, literalmente, con "la especulación en la primera parte, ya que sería decisiva, no un trámite como ahora, cuando el objetivo de los equipos es tener el balón sin prisas de llegar a la portería contraria, rondos pagados al precio de partidos, y el fútbol no es gratis para los espectadores". Además, con dos puntos en juego, se acabaría "con el fútbol control, con pases a mi portero y con ese juego en horizontal, en el que se llega al campo contrario y se vuelve para atrás en muchos lances". ¿Les suena?

Otra idea es el saque de banda con los pies, o la supresión de la sanción por quinta amarilla, que sería sustituida por sustitución durante el partido por otro jugador. Se acabaría así con la especulación de los apercibidos, que piensan en el siguiente partido para evitar la quinta. Y con esa "sangría económica para los equipos modestos de las sanciones económicas que acarrea la suspensión de jugadores".

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