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M'Bia, para lo bueno y lo malo

  • El camerunés realiza su primera sesión con el grupo tras ser el último fichaje. Emery ha demostrado saber separar el grano de la paja en su desigual rendimiento.

Mediados de septiembre, viernes 12 para ser exactos. Se produce el primer entrenamiento oficial de M'Bia con la plantilla del Sevilla 14-15. Tras dos partidos con su selección, el futbolista que se subió al barco en el último momento tras un verano de incertidumbres trabajó en el día de ayer por primera vez con el resto de sus compañeros, saludó a los nuevos y se puso a las órdenes de un técnico que lo conoce bien, al que le dio muchas soluciones la temporada pasada y que espera en el presente ejercicio separar la paja del grano en el desigual rendimiento del camerunés.

M'Bia es un jugador atípico. Si bien no es lo que Monchi buscaba a comienzos del verano, sí que al menos aporta registros que el entrenador conoce y que complementa lo que Emery tiene en su vestuario de puertas adentro. La sangre africana le hace a veces no controlar esa fuerza que sí le permite romper líneas y que sacó de muchos apuros al Sevilla la temporada pasada. El entrenador lo llegó a reconocer públicamente tras algún partido, pero fue mérito suyo haber conseguido casi siempre reconducir sus pros y sus contras hasta lograr el beneficio máximo para el Sevilla.

"Ha sido un caso largo de verano que se cerró un día antes. Además, sus primeros partidos de la temporada han sido con su selección. Es un hándicap, pero también nos conoce. Su puesta a punto no va a tardar, él tendrá una base porque entrenó en nuestra ciudad deportiva mientras buscaba un futuro, pero necesitamos más de él, que conozca a los nuevos, que se entrene más y vamos a necesitar de algo más", dijo ayer mismo el entrenador sobre un futbolista que llega, además, como un complemento más a los jugadores que el Sevilla tiene en el centro del campo. Había músculo y control con Krychowiak, conocimiento táctico y altura con Iborra, respuesta inteligente con Carriço -aunque su puesto final parece la defensa- y talento en el último pase con Ever Banega. Faltaba el hombre capaz de sorprender por fuerza y que a la vez hiciera el trabajo de ancla en determinados partidos como hizo M'Bia. El camerunés, aunque con otro rol, llega para sumar, aun con las espinas que también esconde la prolongación de su estancia en el Sevilla.

Asumida por Emery (entre otras cosas porque ha demostrado que es capaz de reconducirlo y manejarlo) esa falta de control y autogestión de los esfuerzos, también se exponía el Sevilla con su fichaje a perder a un jugador durante algo menos de un mes si M'Bia debe acudir al final a la Copa de África, para cuya clasificación Camerún está bien encaminada. Es un hándicap y un riesgo añadido que al Sevilla no le ha importado aceptar, así como la incógnita del estado real de una rodilla que la temporada pasada amagó con hacerlo frenar en seco (se habló incluso de un problema de cartílagos y perdió un mes).

Está claro que M'Bia no era el más deseado (las preferencias fueron cambiando: Badelj, Gastón Ramírez...), pero es el que ha llegado y Emery sabrá enderezar la manguera para que el agua fluya, pues es un futbolista que tiene cosas que ofrecer, incluso más con balón que sin él, siendo una variante válida por fuerza y potencia en la labor de romper líneas que puedan tener jugadores como Banega, con quien ayer se le pudo ver charlando en su primer entrenamiento.

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