El MVP Mirotic guía al Barça a la final (98-84)

El Barcelona se clasificó para la final de la ACB al ganar (98-84) a la revelación del campeonato, el San Pablo Burgos, en una segunda parte enorme de los de Svetislav Pesic con Mirotic (18 puntos), MVP de la Liga Endesa y Heurtel como destacados.

Los de Joan Peñarroya llegaron hasta donde pudieron, siendo sólo mejores que su rival en los últimos cinco minutos del segundo cuarto, cuando desactivaron a los azulgrana con una zona y lograron que el partido llegara al descanso con un igualado 43-41.

Tras el paso por los vestuarios el Barcelona fulminó a su rival con una defensa asfixiante y un gran acierto desde la línea de tres puntos (13/30) imposible de responder por el cuadro castellano.

El Barça entró en el partido de forma implacable con un parcial de 8-0. Quiso el Burgos subir su intensidad defensiva, pero los árbitros no se lo permitieron castigando con faltas a Lima y Pablo Aguilar, que tuvieron que ver buena parte del primer cuarto desde el banquillo. El Barça dio un nuevo tirón (21-10) y McFadden salió al rescate de los burgaleses y junto a Apic dejaron la diferencia en seis (23-17) al final del cuarto. Oriola y Kuric tomaron el relevo anotador para ampliar la ventaja hasta los 16 puntos (35-19), pero entonces apareció Lima ganándole la partida a los interiores blaugrana. La zona burgalesa descolocó al Barça, que perdió acierto en el lanzamiento exterior.

Un parcial de 6-22 empató de nuevo el choque (41-41), pero Mirotic dejó al Barça al descanso por delante (43-41). El conjunto catalán recuperó su mejor versión con Cory Higgins anotando tres canastas consecutivas. La tercera personal de Lima en la primera jugada del periodo restó poder defensivo a su equipo y los triples de Mirotic rompieron el intento de reacción de los de Peñarroya.

El Barça aceleró y ya con el 72-58 el Burgos bajó los brazos. Con el marcador a su favor, todo fue coser y cantar para los de Pesic, que mató definitivamente el partido con el 83-64 a siete minutos de su conclusión, tiempo suficiente para que Heurtel destapase el tarro de las esencias con sus asistencias camino de la final.