El regreso de Maduro, para ponerse en forma cuanto antes tras la buena nueva de que está apto para el fútbol, ha insuflado alegría en el vestuario del Sevilla. El holandés saltó este miércoles al césped de la ciudad deportiva prácticamente por primera vez desde su fichaje, pues hubo de interrumpir la pretemporada en Rota al serle diagnosticada una anomalía cardíaca. Y los compañeros le tributaron un fuerte aplauso después de la charla con que Míchel abrió la sesión de entrenamiento, la cual se quedó observando.

El mediocampista afronta ahora una semana de rehabilitación, después de las diversas intervenciones a las que fue sometido en el Texas Heart Institute, incluido un dispositivo subcutáneo. Ayer sólo realizó un suave trabajo aeróbico: bicicleta, andar y poco más. La primera semana estará bajo control médico y luego se pondrá a las órdenes de los preparadores físicos del primer equipo, José Vallejo y Nacho Oria, que irán aumentándole las cargas de trabajo.

Maduro tendrá que realizar su particular pretemporada, pues apenas se ejercitó una semana en Rota, jugó el primer amistoso de preparación y fue dado de baja. Así pues, es improbable que esté disponible para Míchel en las tres primeras jornadas. Su regreso podría darse tras el primer parón liguero, dentro de un mes.