Unai arotaciones, que marcará la pauta en este enero, para ensayar una variante táctica que sacrifica el toque y la posesión en favor de más consistencia atrás y una salida más directa. Metió a Iborra junto a Krychowiak, adelantó unos metros a Banega -tercer medio, el vértice más adelantado de un triángulo- y en punta, dos extremos, Deulofeu y Vitolo, más Gameiro como rematador. Le resultó la prueba frente a un Granada intenso, que sacó amor propio ante su delicada situación, pero que salió con dos centrales dadivosos. 

Defensa

Arribas volvió a acoplarse al perfil izquierdo, ya que el que salía del eje era Carriço, no Pareja. Ahí, en teoría, el ex osasunista se debía sentir más cómodo a la hora de defender, de meter la pierna, ya que es diestro. Pero no dio sensación de seguridad y firmeza con la movilidad -sólo la movilidad, porque otras virtudes no mostró- de Success. Suerte para el Sevilla que Pareja anduvo despierto en una acción en la que su compañero falló al tirarse al suelo ante Success. 

El Granada salió con intensidad, tratando de apretar arriba. Ese orgullo herido, la necesidad de ganar como sea para cortar la racha... Fue clave para sofocar ese arreón inicial de los nazaríes la presencia física, el posicionamiento y la fortaleza al choque de Iborra, quien anclado por delante de los centrales dio serenidad al grupo. 

Peor anduvo Krychowiak, fallón en algún control fácil cuando era el último eslabón entre la media y la defensa. 

Ataque

No estaba Reyes, tampoco Denis Suárez. Y Banega no actuó en la mediapunta esta vez, aunque maniobrara por delante de Iborra o Krychowiak. Las características de los atacantes y la disposición del equipo sobre el terreno de juego invitaban a ataques simplificados, en pocos toques y verticales. La actitud valiente del Granada también ayudó a ello. Así se gestó el gol que lo desbrozó todo: Banega adelanta de primeras, y de espaldas, a Deulofeu, que sorprende e irrumpe por un pasillo interior; Gameiro le dibuja el desmarque hacia fuera -como el catalán, sale de su zona para sorprender- y gol. 

La entraga de Iago Aspas por Banega en la última media hora acentúa ese fútbol de contragolpe. El gallego juega bien sin la pelota y tiene intuición para ponerse de gol. Y eleva las prestaciones de Gameiro, que suele ver el pase cuando tiene otro punta al lado. Pero el ex céltico falló con el estoque. Por eso llegará vivo el Granada a Nervión. 

Virtudes

Emery acertó con su variante táctica, pero su propio acierto lo deja en evidencia: Iborra, un jugador con el que apenas cuenta, fue el pegamento del equipo ayer. 

Talón de Aquiles

Que el Sevilla anda cogido con alfileres en un puesto clave, como es el de central, se volvió a poner de manifiesto ayer en Granada. Arribas no mantuvo el nivel habitual de Carriço y cuando Pareja se tuvo que marchar, Kolodziejczak terminó de destapar la carencia, que puede resultar decisiva en el discurrir de la temporada.

Uno por uno

Sergio Rico En la falta de Lass, el balón tan cercano casi descartaba el golpeo por encima de la barrera. Incluso el lanzador, al perfilarse, dejó claro que golpearía fuerte al palo del portero. Pero el guardameta no lo vio claro.

Figueiras Lo de siempre, mejor tono al desdoblarse y conducir que al cerrar.

Pareja Corrigió a Arribas hasta que su músculo dijo basta.

Arribas Nervioso y descentrado.

Fernando Navarro Aseado. 

Iborra Clave para sofocar ese arreón por las bravas del Granada y para encauzar el guión por donde convenía. 

Krychowiak Peleado con el balón.

Banega Su físico lastra su voluntad, pero sacó algún chispazo, como en el 0-1.

Deulofeu Mejor cuando sorprendió por dentro que en la banda derecha.

Vitolo Malas decisiones.

Gameiro Empezó frío y su latigazo en el gol le dio confianza. Astuto para maniobrar y afilar la jugada. Le gusta que los ataques sean así, simples y directos.

I. Aspas Falló con el estoque.

A. Vidal Un gran pase de gol.

Kolodziejczak Ingenuo.

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