Mel, al despiste en una cita clave

El tercer encuentro de la nueva etapa de Pepe Mel llega en un escenario de Primera como El Molinón y ante un Sporting que hasta el momento no conoce la derrota, de ahí que tanto para el técnico como para la plantilla la semana acumule connotaciones especiales. Así, el preparador verdiblanco escondió este jueves sus cartas en el entrenamiento, a diferencia de la pasada semana, cuando no tuvo problema en ensayar con el once que luego colocaría ante el Tenerife. Ni los jugadores ni el sistema, que los fue modificando durante la sesión, se quisieron adelantar antes de tiempo, cuando aún faltan dos entrenamientos para que la expedición verdiblanca ponga rumbo a Gijón.

No realizó el técnico un partidillo al uso, pero sí colocó a dos equipos en uno de los ejercicios con los que finalizó el trabajo. Con la insistencia de sacar el balón jugado desde atrás con pocos toques, Mel puso para empezar un once casi idéntico al que venció al Tenerife el pasado sábado, con la única novedad de Piccini en el lateral diestro. Precisamente, el italiano fue una de las notas positivas de la sesión de este jueves, que realizó al completo y con buenas sensaciones, después de que el martes se ausentase por una sobrecarga articular en la rodilla derecha.

Con el recuperado Piccini en el lateral, la zaga la completaban los habituales Bruno, Jordi y Varela; en el centro del campo aparecían Cejudo, Xavi Torres, Dani Ceballos y Dani Pacheco; mientras que Jorge Molina y Rubén Castro conformaban el ataque. Con ese 4-4-2 con extremos comenzó el entrenamiento, pero pocos minutos después el preparador bético ordenaba cambios.

Reyes entraba por Dani Pacheco y Rennella por Jorge Molina, y si el chileno se colocaba como pareja de Xavi Torres en el mediocampo, Dani Ceballos escoraba su posición a la izquierda, con lo que el 4-4-2 se convertía en asimétrico y con sólo Cejudo de extremo puro.

A la espera de que Portillo se ejercite este viernes por vez primera con sus nuevos compañeros, los 13 jugadores elegidos por Mel durante el entrenamiento se repartirán el once inicial y las posibles modificaciones que ocurran durante el encuentro, salvo una circunstancia especial que obligue a otro tipo de cambio. De esa forma, el entrenamiento de este viernes, además de ocultar el posible once que salte al césped el domingo ante el Sporting, también sirvió para tener enchufado al máximo número de jugadores posibles. Ante un equipo como el asturiano, que imprime un fuerte ritmo desde el inicio, el rendimiento tanto de los titulares como de los que salten al terreno de juego durante el partido se antoja fundamental para obtener un resultado positivo.

La plantilla bética se ejercitará tanto este viernes como este sábado a puerta cerrada, en los dos últimos entrenamientos previos al desplazamiento a Gijón, en los que Mel dará los retoques definitivos al once que pondrá en liza en El Molinón. Este jueves, de momento, el técnico prefirió guardarse las cartas y no desveló si apostará por el doble pivote, como hiciera en Alcorcón siguiendo la estela que dejó Juan Merino, o colocará un centro del campo más ofensivo con Dani Ceballos como manijero, como hizo ante el Tenerife y como es su idea desde que regresara a Heliópolis.