Míchel asume su responsabilidad, en parte. Carga de responsabilidad a sus jugadores, también en parte. Y comparte el "tirón de orejas" de José María del Nido, aunque no se siente señalado. El entrenador del Sevilla, a veces con conceptos demasiado abstractos, como la responsabilidad, la energía, la decisión, el compromiso, continúa buscando las causas del mal viajero del equipo y la solución para zanjarlo. Hoy toca partido de visitante y la inquietud es grande después de la racha de cuatro derrotas consecutivas fuera. La ventaja es que el Sevilla va ganando la eliminatoria, y por eso el madrileño se ve favorito, pero... "Hay que jugarlo. E indudablemente no podemos hacer lo que hacemos fuera de casa últimamente. Necesitamos más estabilidad y decisión. El choque del Espanyol hay que afrontarlo como un partido que queremos ganar. Quedan 90 minutos y hay que jugarlos pero bien".

Después de responder a la contundente llamada de atención del presidente, Míchel reconoció que continúa en el proceso de ensayo y error: "Estamos buscando soluciones, protegiendo mucho más la parte defensiva, protegiendo más el centro del campo, pidiéndoles a los laterales cosas distintas. Y ahora igual, pero también agitando el equipo, desde la alineación. Siempre lo hacemos".

La extensa rueda de prensa fue abierta con el toque de Del Nido "Lo que dijo el presidente es un sentimiento de todos. Pero si no nos aferramos a este partido, viendo los tres últimos fuera de casa, no es para estar contentos. A veces pensaba si lo veía yo solo cuando jugamos fuera de casa: Partido de Vigo, el primer tiempo de Bilbao, Zaragoza…". Salió a colación si el palo era para el entrenador o para los jugadores. "No me siento señalado por el presidente. Me siento tan señalado como que todos somos responsables pero aun así la temporada está ahí para todo". Pero, ¿se les puede pedir responsabilidad a los jugadores más que al entrenador? Ahí frunció el ceño. "A todos los chavales jóvenes, que son los futbolistas de hoy en día, hay que llevarlos con el palo y la zanahoria, pero a veces ni con eso. Algunos tenéis hijos y sabéis que esto ha cambiado mucho", dijo dirigiéndose a los periodistas. "Futbolistas más cercanos a mi generación y mi forma de ver el fútbol también hay, gente como Palop, como Fernando Navarro. Pero eso es así", explicó.

Con todo, Míchel defendió a su equipo: "En nueve partidos la imagen ha sido buena. Pero no podemos confundirnos ni tirar por tierra en cuatro partidos la imagen del equipo. En nueve, el equipo ha estado bien. Pero no podemos estar bien y luego hacer lo que hemos hecho, pero no en el Calderón, sino antes. A eso es a lo que el presidente se refiere pero en eso estamos todos de acuerdo". Y recordó que "también ha habido otros toques de atención positivos a la plantilla del presidente. Cuando Del Nido habla, dice cosas que tienen que ver con que funcione el equipo. Nos ha animado mucho y ahora nos ha dado un tirón de orejas".

Míchel fue el primero en extrañarse de los vaivenes: "Estamos en disposición de alcanzar el objetivo. Pero mi equipo ¿cuál es, el del Betis o el de Vigo? Después del Betis dije que si ese equipo se había mostrado así no me lo podía atribuir. Asumo mi responsabilidad indudablemente. No sé por qué el equipo no tiene esa responsabilidad y compromiso que hay en casa. El trabajo y la preparación son los mismos. El problema no es que yo lo sepa o tenga la tecla. El problema es que ellos lo sepan, y lo saben".

El madrileño abundó en el carácter: "Estamos tan preocupados sobre el carácter del equipo como cuando le ganamos al Betis. Porque, ¿quién dice que no les pudimos hacer nueve goles? Pero en la segunda parte no fue como en la primera. Necesitamos ese punto de carácter". Y no sólo carácter: "Tenemos que ser más fuertes, ambiciosos, responsables, decididos, enérgicos...", solicitó Míchel.