Athletic - Sevilla · sala de prensa

Míchel señala a los jugadores con dureza

  • "El culpable soy yo, pero hay cosas que tienen que ver con la moral, con el respeto a la camiseta y la profesión que uno elige".

El análisis de Míchel no pudo ser más duro hacia los jugadores en la sala de prensa. El madrileño llegó enfadado y no se contuvo, aunque en su primera respuesta ya avisó de todo lo que guardaba dentro. "Nuestra primera parte ha sido... no tiene calificativos, no me atrevo a calificarla porque no sea que alguien se enfade. Lo que digas en la rueda prensa, puede tener consecuencia en los jugadores", indicó, pero lo resumió todo analizando la jugada en la que un balón mal despejado por Spahic pudo ser el 1-0 a los 13 segundos: "En la primera jugada hemos visto lo que podíamos sufrir. Falta de concentración, desorden, pérdidas de balón incluso sin ningún rival alrededor... En la segunda parte, sin ninguna modificación futbolística, los jugadores que han salido han hecho lo que teníamos que haber hecho desde el principio, tocar, pero lo de la primera parte ha sido tanta losa que ha sido imposible". 

Míchel siguió destacando la falta de actitud de los suyos en un campo y ante un rival que requieren intensidad. "Todo se viene abajo cuando todo lo que hacemos lo hacemos sin ningun interés ni acierto. El responsable soy yo, pero qué casualidad que nunca funciona lo que el entrenador determina y lo que se trabaja. Si lo que hemos hecho en la segunda parte lo hubiésemos hecho en la primera... El apretar, el tener el balón... Insisto que el máximo responsable soy yo, pero a veces hay cuestiones que tienen que ver con la moral, con el respeto de la camiseta que uno viste y la profesión que ha elegido. Porque está la configuración del equipo, pero también el interés", dijo. 

La falta de gol también es otro problema que Míchel no pasó por alto. "Mi obligación es buscar soluciones. Cada vez que hemos llegado en la primera parte nos ha faltado definición. Seguimos trabajando y esta semana hemos sido insistentes en eso. La falta de remate nos ha impedido tener un resultado distinto. Pero hemos regalado la primera parte y hemos estado muy bien en la segunda. Ha habido una parte para cada equipo, pero se trata de acertar, no de marear". 

El técnico no quiso hablar del árbitro. "Ni siquiera lo hice el día del Barcelona", argumentó.

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