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Oliver, condenado a pagar 4.500 euros por llamar "loca" a la juez Alaya y compararla con los nazis

  • El fallo considera que las expresiones suponen un "claro ataque" al honor de la magistrada y una ofensa a su persona y a la profesional.

El juzgado de lo Penal número 15 de Sevilla ha condenado al ex consejero deportivo del Betis Luis Oliver a pagar una multa de 4.500 euros por un delito de injurias por unas declaraciones en las que comparó a la juez de Instrucción número 6, Mercedes Alaya, con los nazis y llegó a calificarla de "loca". La sentencia le impone, en concreto, una multa de seis meses a una cuota diaria de 25 euros, y le condena igualmente a divulgar la sentencia en Onda Giralda a costa de Oliver, aunque la multa es sensiblemente inferior a los 72.000 euros que solicitó en su día la Fiscalía de Sevilla, si bien en el juicio rebajó esta petición a 9.000 euros.

La sentencia recoge que los hechos se remontan al 26 de octubre de 2010, cuando el empresario realizó unas declaraciones que el fallo considera que suponen unas injurias graves a la magistrada en el transcurso de un acto en la peña bética de Utrera y concluye que no puede haber una "descalificación mayor" para una juez que señalar que está perjudicando a una persona en el procedimiento judicial que tramita, que le está persiguiendo sin motivo o razón, y que además carece de capacidad para decidir porque está loca, "cuando precisamente es por su decisión razonada por lo que está siendo injuriada y ofendida, convirtiéndose en tema de debate público su cordura o capacidad personal y profesional".

Oliver analizó en esa rueda de prensa las vicisitudes del procedimiento penal que se sigue en el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla y, en un momento determinado, se desmarcó del anterior mandatario bético. "Te lo digo delante de todos los socios, que nosotros no somos testaferros de Lopera, y que nadie puede demostrar una cosa. Cuando no es, es imposible", aseguró.

Uno de los socios le pidió una aclaración y Oliver respondió: "¿Cómo que no? ¡Está chupado! Si tengo 50 guardias civiles investigándome, vamos, que abro un cajón y me sale un guardia civil". Acto seguido, "con ademán y tono serio", advierte el fiscal, el ex dirigente bético pronunció la siguiente frase: "Ni los nazis hacían lo que hace esta loca", en una clara alusión a la juez Mercedes Alaya.

Tres días después, Oliver pidió perdón y alegó que estas expresiones fueron un "lapsus de fatiga, porque llevaba trabajando 16 horas. Somos humanos y todos nos equivocamos". En el juicio, Oliver defendió que las expresiones fueron realizadas en el transcurso de una "reunión informal e intrascendente" y su abogado insistió en la idea de que no estaba siendo grabado, además de alegar que "en el mundo del fútbol son habituales las expresiones groseras", por lo que el tono empleado fue "jocoso y caricaturesco" y de crítica ácida pero no injuriosa.

La juez de lo Penal número 15 de Sevilla entiende, sin embargo, que esas expresiones no están amparadas por el derecho a la libertad de expresión, por cuanto sus manifestaciones "exceden de lo que puede calificarse como ideas, opiniones, pensamientos, creencias o juicios de valor, refiriéndose esencialmente a un hecho concreto y puntual relacionado con la actividad profesional de jueces y tribunales y particularmente, de la magistrada Alaya, que no tiene que soportar que por el ejercicio de las funciones inherentes a su cargo, sea tachada de nazi y de loca". Estas expresiones, añade el fallo, son "manifiestamente injuriosas e innecesarias para lo que se desea manifestar", en relación al malestar del acusado por la resolución dictada por la juez Alaya.

Luis Oliver, continúa la sentencia, ofendió personalmente a Alaya por su actuación profesional y el acusado, y además conoce por su experiencia profesional "el mundo del fútbol y la importancia que en esta ciudad se otorga a los equipos, siendo sabedor de la repercusión de sus palabras".

Con sus declaraciones, el ex consejero deportivo del Betis, "está ofendiendo a la persona y a la profesional, está introduciendo en el oyente sentimientos que van más lejos que las palabras, pues por un lado transmiten una idea de persecución irracional, y por otro una incapacidad por demencia o deficiencia de la magistrada que adopta la decisión que a él le perjudica", por lo que concluye que existe un auténtico animus iniurandi, una intención de injuriar a la juez.

La Fiscalía de Sevilla consideró, en su escrito de conclusiones provisionales, que el acusado actuó con una "patente finalidad de ultrajar y escarnecer" a la juez Alaya, por cuanto los términos empleados "no encierran descripciones defensivas o aclaratorias de la situación en aquellas fechas del reo, sino epítetos altamente vejatorios, afrentosos y de burla ridiculizadora y humillante aplicados a la titular del órgano judicial". En esta conducta, el fiscal Luis Fernández Arévalo apreció además "un grave escarnio, menoscabo y descrédito del ejercicio de la función pública de la instructora del caso" en el que se investiga al ex mandatario verdiblanco Manuel Ruiz de Lopera.

El escrito de acusación de la Fiscalía recuerda que Luis Oliver aseguró en su declaración judicial que "no tuvo ánimo de ofender" y lo "sentía de corazón", pero el Ministerio Público recordaba que al día siguiente de estas manifestaciones emitió un comunicado en la página web del club en el que aseguraba que "se trataba de una reunión privada y una conversación en la que se hablaba de forma coloquial y sin tener constancia de que estaba siendo grabada, utilizando en todo momento la legítima libertad de expresión".

Frente a esta versión del acusado, la Fiscalía entendió que Oliver era "sobradamente conocedor" de la presencia de diversos medios de comunicación y de la grabación de sus manifestaciones, al tiempo que recuerda que el propio ex dirigente bético solicitó la venia de los periodistas para iniciar su intervención, al afirmar antes de comenzar: "cuándo digáis, ¿ya? ¿ok?".

En un momento de su intervención en el acto, el propio acusado advierte, en "tono jocoso" según la acusación pública, que "estaba hablando mucho, y que ya se vería lo que ponía la prensa", añadió el escrito del Ministerio Público, que puso de manifiesto que mientras realizaba este comentario Luis Oliver "miraba expresivamente a la cámara, sonriente, señalándola con su dedo índice, y alternativamente a otros puntos donde se ubicaban los representantes de otros medios de comunicación", asevera.

Las actuaciones por las manifestaciones de Luis Oliver se iniciaron a instancias de la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, que abrió unas diligencias de investigación a raíz del contenido de estas declaraciones, que no se realizaron "dentro de la intimidad o en una charla sustraída de forma ignorada a su emisor", según la denuncia que presentó el Ministerio Público contra Oliver en los juzgados. La fiscal precisó que la presencia de los medios era "evidente" a lo largo de toda la entrevista y consideró asimismo que la equiparación del procedimiento judicial llevado a cabo por la magistrada "con las técnicas nazis no se oculta a ninguna persona que contiene una grave intención de ofender o menoscabar la dignidad profesional de la magistrada".

Los insultos fueron emitidos en tres informativos de Giralda TV el 28 de octubre y en el programa La noche del fútbol del 1 de noviembre de 2010, programas que tuvieron una audiencia media de 281.282 espectadores en la capital sevillana y de 128.298 en la provincia. La multa solicitada para el empresario tiene en cuenta tanto su capacidad económica como el número de espectadores potenciales que pudieron presenciar sus manifestaciones, que además fueron colgadas en internet a través del portal de vídeos youtube.

Luis Oliver fue detenido en Zaragoza por orden de la juez Alaya, que investiga también el supuesto cobro de comisiones en el traspaso de Sergio García y la marcha de Mehmet Aurelio.

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