El Sevilla no es dueño de su propio destino después de una temporada en la que llegó a la última jornada con la única aspiración de meterse en Europa por la puerta de atrás como noveno. Está en manos del TAS y el futuro de Negredo también puede depender del organismo arbitral europeo. El vallecano no fue despedido ayer de Nervión como sí lo fueron Palop y Jesús Navas, uno de forma esperada y perfectamente escenificada y otro de forma espontánea y muy llamativa. El ya legendario meta incluso hizo llorar a algún compañero. Y Jesús Navas fue manteado. ¿Alguien tiene alguna duda de que ayer fue su último partido con el Sevilla? Aunque parezca mentira, aunque su despedida no fuera tan sonada como la de Palop, así fue.

Emery tuvo la suficiente sensibilidad para darle la ocasión a Palop de despedirse como se merecía un futbolista que ha engrandecido la historia blanquirroja. El valenciano, ante el equipo de su tierra, desde el que llegó en 2005 junto a Maresca, Luis Fabiano, Kanoute..., fue titular y recibió tres goles, pero hubo victoria y el club, la plantilla y la afición le brindaron un merecidísimo homenaje al mejor portero de la historia del Sevilla, ni más ni menos que eso.

De la mano de sus dos hijos, fue abrazado por sus compañeros y disfrutó de un vídeo sobre sus históricos días de gloria, gol en Donetsk incluido que fue cantado por la grada. "¡Palop, Palop, Paloooop, Palop, Palop, Paloooop!". Fernando Navarro, el segundo más veterano de la plantilla, no pudo evitar las lágrimas. Y dio una triunfal vuelta al estadio, y besó las dos porterías, Gol Norte y Gol Sur, y recibió un regalo de Biris Norte, a los que entregó su última camiseta del Sevilla, en el estreno del anagrama SFC. Hasta fue aplaudido por la afición del Valencia. Y terminó siendo manteado... como Jesús Navas.

El palaciego no seguirá en el Sevilla después de que el jueves se negociara su traspaso al Manchester City. Volará tan alto como en el manteo. Él mismo, desde su nobleza y su sencillez, quiso despedirse desde el césped tras el homenaje a Palop, lágrimas incluidas. Y los compañeros lo arroparon en su improvisado adiós. Buscó de forma pertinaz el gol sin lograrlo y se tuvo que conformar con su habitual despliegue y con su participación directa en dos de los cuatro goles que marcó Negredo.

...Y Negredo. El vallecano firmó una noche histórica, marcó por primera vez cuatro goles en Liga, situó su marca en 25 goles como pichichi nacional, le ganó el pulso a Soldado días después de que éste se lo ganara a él con la selección, y, como capitán, fue el primero en homenajear a Palop y a Jesús Navas. Él no tuvo despedida escenificada, aunque recibió una enorme ovación cuando fue cambiado en el minuto 87. Emery también fue sensible ahí, quizá a sabiendas de que lo va a necesitar en el futuro. ¿O también tendrá un gran traspaso? Esto es una incógnita, como lo del TAS.