La competición favorita del Sevilla parece seguir siéndolo y, en este tramo del torneo, de manera desatada. Repaso táctico de Unai Emery, que dio un puñetazo en la mesa en toda regla a un estupendo Villarreal, muy vistoso pero superado en efectividad y en conceptos por un rival que mejoró tremendamente su defensa y mantuvo su increíble capacidad arriba: o sea, una delicia para el sevillista.

13 segundos tardó el Sevilla en poner la eliminatoria a favor. Maldita sea que el Villarreal y el Sevilla quedaran emparejados, pues nivel tienen de sobra para continuar los dos y litigar hasta el final, pero el sorteo se dio así y los blancos golpearon duro: Saque de centro, Pareja bombea, Musacchio no acierta a despejar ante Iborra, Vitolo cede a Gameiro y se desmarca, el francés la pica y el canario coge la espalda, controla y cruza perfecto superando a Asenjo. 0-1 para enmarcar y proclamado por la UEFA como el gol más rápido de la historia del torneo.

La estrategia de Emery da un rédito sensacional sin terminar de acomodarse el público, con muchos aún leyendo que Denis Suárez ni se viste. Iborra hace de Kanoute, de nuevo, pero esta vez la superioridad del levantino es absoluta. Casuística pura. A veces funcionará y otras no, pero Emery apostó por él ante la superioridad de centímetros y las peculiaridades tácticas locales y acertó de pleno. Siempre buscándola para bajarla y esperar la incorporación de Vitolo y Vidal o el desmarque de Gameiro.

El Villarreal tiene un equipo muy destacable y lo enseñó por aquí y por allá. Vietto es un punta excelente y la mala suerte que Cheryshev tuvo en el Sevilla es brillo en Castellón. Pero el Sevilla no muestra sus recientes dudas defensivas, enseña firmeza y temple y se convierte en un frontón, una pared infranqueable con M'Bia gigante, Krychowiak múltiple, los centrales más finos y con Iborra en figura.

Tarda el Sevilla en cogerle el pulso al partido porque su gol, como es lógico, ha espoleado al rival. Para colmo una temprana amarilla de Krychowiak lo condiciona y lo convierte en baja por sanción para la vuelta, pero no retrocede medio milímetro en sus principios y el bingo vuelve a salir en un centro de Tremoulinas que no aciertan a rematar Iborra y Gameiro yendo a la vez pero sí M'Bia, que se adelanta a Jaume costa y, aunque estaba en fuera de juego en el momento del centro, bate de cabeza a Asenjo.

El golpe, doble, va minando al Villarreal, que tiene ocasiones pero el viento totalmente de lado hasta que una contra de libro de Gameiro encuentra a Vidal y su disparo revienta la cruceta. El Villarreal no ceja porque ha tenido la eliminatoria perdida y pretende mantenerla abierta.

La pausa le sienta bien a los locales, que recuperan ímpetu y aprovechan un lío tremendo para que Vietto la cace en el área logrando el 1-2 apenas en tres minutos. Pero este Sevilla tiene algo que otros no y menos de dos minutos después Pareja envía en largo una falta, Iborra la baja y Gameiro está increíblemente solo en el punto de penalti para empalarla perfecta a la red. 1-3 y el golpe es definitivo.

Desde ahí, el Villarreal va cediendo y apenas un doble remate de Gerard Moreno puede darle una esperanza que el Sevilla le niega. A la contra puede hacer más daño aún, pero el trabajo está perfectamente hecho, la lección táctica y de planteamiento es total y el Sevilla tiene más de un pie y medio en cuartos de final. En una semana tendrá la ocasión de dar el pasito definitivo, sin el expulsado Marcelino enfrente, además.