La resonancia magnética de control a la que se sometió ayer José Antonio Reyes desveló que el diagnóstico y el tratamiento indicados por el cuerpo médico del Sevilla son los correctos. El atacante sevillista "evoluciona muy bien y se mantiene el pronóstico inicial" de su lesión en la rodilla izquierda, que sufrió al recibir un golpe en la articulación en los compases iniciales del partido de ida con el Mladost Podgorica. Reyes sufrió la rotura parcial del ligamente cruzado, una lesión que podría ser grave, sin embargo la rodilla está estable y no requerirá intervención quirúrgica, como podría haberse temido por la inflamación inicial.

El jugador recuperó el ánimo tras el susto inicial. El cuerpo médico eligió la vía del tratamiento conservador ya que la lesión no revestía tanta gravedad como pudiera parecer por lo llamativos que son los traumas en los ligamentos cruzados. Así, y ya que todo marcha según el plan previsto, el utrerano tendrá que permanecer de baja unos dos meses, el plazo indicado en un primer momento por los doctores del Sevilla, que trasladaron a los medios del club que "la evolución es muy buena", por lo que le quedan siete semanas de baja tras cumplir la primera de las ocho previstas inicialmente.

Este contratiempo no debe estropear el magnífico ánimo con que se incorporó este verano Reyes. El atacante asumió los galones y el puesto que dejó Jesús Navas en la derecha, fue elegido capitán y su buena predisposición quedó de manifiesto con los ocho kilos de menos con que se presentó tras haberse ejercitado a conciencia durante las vacaciones.