El mundo del rugby español vive un nuevo episodio cercano a la vergüenza con motivo de la disputa de la final de la Copa del Rey. El Comité Español de Disciplina Deportiva dictaminó la semana pasada que el partido debían disputarlo El Salvador de Valladolid y el Ciencias Enerside sevillano tras la descalificación definitiva del Alcobendas debido a la falsificación de papeles en el caso del internacional Gavin van den Berg. En la resolución se instaba a los dos clubes a ponerse de acuerdo antes del 3 de junio tanto en la fecha para disputar la final como en la sede del partido, que ya había sido adjudicado en su día al Estadio de la Cartuja.

Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta en lo referente a las ideas de los dos clubes implicados. El Ciencias Enerside ofreció la posibilidad de jugar el encuentro el 12 de junio inicialmente e incluso se mostró dispuesto a adelantarlo a la fecha del próximo sábado 4 de junio, cuando los vallisoletanos cayeron en las semifinales de la División de Honor contra el Ampo Ordizia.

Pero la actitud de El Salvador Valladolid no ha sido nada colaboracionista con las propuestas que partían desde el Ciencias Enerside. Los vallisoletanos, que cayeron por sorpresa en esas semifinales e incluso sufrieron las lesiones de dos de sus hombres importantes, el apertura inglés Sam Katz y David Barrios, en el último partido han inducido a la entidad pucelana a optar por disputar la final en la próxima temporada.

Curiosamente, los dirigentes de El Salvador estaban dispuestos a jugar el 26 de junio, ya que el Ciencias Enerside se negó a hacerlo el 19 por coincidir con las elecciones andaluzas y lo que supone de organización de un evento de este tipo (subdirección del gobierno, plan de tráfico, plan de evacuación, policía local, guardia civil...), pero de mutuo acuerdo se atrasó la decisión al lunes 30 de mayo para saber si se podía adelantar al 12 si los pucelanos perdían en la liga, como así ocurrió. Es llamativo que ahora se contradigan con que el 12 de junio está fuera del calendario de competición y que no quieran jugar por ello.

Perjuicios económicos para el Ciencias Enerside

Los perjuicios para el Ciencias Enerside son evidentes. Los sevillanos, en el año del Cincuentenario, ya habían perdido bastante dinero cuando fue aplazada la final de la Copa en plena semana de Feria sólo tres días antes de su disputa a pesar de que, con el escándalo con la descalificación de la selección española por la alineación indebida de Gavin van den Berg, ya era más que previsible desde mucho tiempo antes. El Ciencias Enerside, incluso, se vio obligado a abonar a los hoteles las reservas para las expediciones de El Salvador y de Alcobendas, dado que la suspensión tuvo lugar apenas tres días antes de la disputa de la final el 1 de mayo.

También los operadores televisivos de Movistar y los gestores del Estadio de la Cartuja igualmente emitieron sus quejas por la tardanza en tomar la decisión de aplazar la final y de trasladarla a otra fecha cuando se conocía la situación desde mucho tiempo antes. El recinto sevillano, en la que iba a ser una fiesta del rugby, se quedó después sin fechas libres para albergar el partido dentro del calendario de conciertos musicales previstos para este mes de junio.

Además, la plantilla del Ciencias Enerside se ha seguido entrenando desde que fuera eliminada ante el Ampo Ordizia el pasado 15 de mayo, con el lógico incremento de los gastos en lo referente al sueldo de los jugadores y al resto de los empleados necesarios (gimnasio, fisioterapeutas) para un deporte semiprofesional.

Expediente a El Salvador y su presidente

Pero el Ciencias Enerside apostaba por la disputa de esta final. Se da el caso de que El Salvador quiso llevarse inicialmente el partido a Valladolid, ofreciendo compartir la taquilla que se consiguiera, algo a lo que se negó tajantemente el club sevillano después de que le fuera asignado el partido en su día por ser su Cincuentenario y con los gastos antes reseñados.

Resolución.

Además, la eliminación contra el Ampo Ordizia el pasado domingo no sentó nada bien en las filas vallisoletanas y la Federación Española de Rugby, incluso, le ha abierto un expediente disciplinario tanto al club, El Salvador, como a su presidente, Rian Butcher, por "supuestamente arrojar objetos contra los árbitros linieres (Art. 102 y 104.a) RPC) y desconsideraciones hacia los árbitros del encuentro (Art. 95 in fine RPC)"Rugb. Según los acuerdos adoptados por el Comité Nacional de Disciplina Deportiva este 1 de junio, los árbitros sufrieron amenazas por parte de varios aficionados y del propio presidente, Rian Butcher, a la finalización de esa semifinal.

La decisión final deberá ser adoptada por la Federación Española de Rugby después del plazo que diera hasta el próximo 3 de mayo, pero el temor en el Ciencias Enerside es que ésta se lave las manos en el actual estado de descomposición en el que se encuentra tras el escándalo desatado con la descalificación de la selección para el Mundial de Francia.