Scott Roth, en manos de la FEB

"Defenderemos nuestros derechos, porque es algo justo". Así de rotundo se mostraba hace una semana José Luis Galilea, director general del Baloncesto Sevilla, cuando en la presentación de Gallardo, Berni Rodríguez y Thames fue preguntado sobre la delicada situación de Scott Roth, quien, en principio, no tendría el permiso para dirigir en la ACB. El directivo incluso no descartó ninguna acción para conseguir que el técnico firme el acta como primer entrenador en el debut liguero ante el Iberostar Tenerife (5 de octubre) y quizá tenga que recurrir a instancias mayores, ya que la ACB también le comunicó -como ya hiciese la Asociación de Entrenadores Españoles de Baloncesto (AEEB)- la imposibilidad de que el técnico asuma dicho cargo en la Liga Endesa.

El club espera un pronunciamiento oficial, aunque eso no llegará hasta que la Federación Española de Baloncesto (FEB) revise la documentación. La semana pasada la ACB ya remitió los papeles a la FEB, paso obligatorio porque, según la ley impuesta por el Consejo Superior de Deportes, las fichas necesitan la doble validación de ambos organismos.

En cualquier caso, de manera oficiosa el Baloncesto Sevilla ya sabe que el departamento de Competición de la ACB también deniega la posibilidad de inscribir a Roth por el mismo motivo que lo hace la AEEB. "Existe un convenio firmado por clubes, entrenadores y la propia ACB y Roth no cumple ni las excepciones. Sólo se aplica el convenio colectivo. Sin más", señala una fuente de la ACB a este respecto, aunque recalca que aún no se cuenta con la respuesta de la FEB.

En cualquier caso, no parece lógica que la Federación vaya en contra del pronunciamiento de la asociación de clubes, de la AEEB ni de sí misma, ya que lo que se exige por convenio es una acreditación que depende de la propia FEB, a la que se ha solicitado, una vez finalizada la Copa del Mundo celebrada en España, celeridad en esta cuestión para poder realizar un pronunciamiento público sobre un caso que va a dar más de un quebradero de cabeza.

En el caso de que la FEB diese el visto bueno a Roth, sería el CSD el organismo que tendría la última palabra, ya que las dos partes que deben validar la ficha del técnico estadounidense, Federación y ACB, no se ponen de acuerdo.

En la situación contraria, que la FEB también diga no a la validación de la ficha de Roth como entrenador, al Baloncesto Sevilla se le agotarán las vías legales a excepción de la justicia ordinaria, una cuestión mayor que exigiría meditar todos los pros y los contras. Otra posibilidad, la firma de un nuevo convenio que incluso podría beneficiar a la FEB para cambiar la normativa y que un entrenador con contrato en un equipo pueda ser seleccionador, a propósito de la dimisión de Orenga, parece inviable por la premura en el tiempo.

Si no, el club siempre podrá tirar de alguna argucia como sentar al entrenador en el banquillo con otro cargo, aunque no podría dar instrucciones a sus jugadores de forma directa.