Hípica | Campeonato del Mundo

Severo Jurado y ‘D’Avie’ repiten como campeones

  • El jinete de Algámitas y su caballo dominan y logran el título, en esta ocasión, en la categoría de 7 años

Severo Jurado y ‘D’Avie’ repiten como campeones

Severo Jurado y ‘D’Avie’ repiten como campeones / M.G.

Severo Jurado López, uno de los principales jinetes nacionales, agregó un nuevo título a su palmarés. Lo hizo en el Campeonato del Mundo de Caballos Jóvenes de Doma Clásica, que se disputó durante el pasado fin de semana en la localidad holandesa de Ermelo, en la que el sevillano se proclamó campeón junto a D’Avie, que logra un nuevo título mundial, esta vez de 7 años.

El jinete algamiteño, uno de los más reputados del panorama internacional, brilló a lomos de D’Avie en la pista central de Ermelo, donde dio un recital con una ejecución que rozó la perfección. Con pasión en los puntos más destacables, y calma y buen hacer en el resto, el camino hacia la medalla de oro estaba marcado, como bien reflejó la sonora ovación del graderío al término del ejercicio. De esta forma, el dúo lograba las mejores notas por parte de los jueces encargados de dictaminar sentencia. Destacó, en este aspecto, el diez logrado en galope, que permitieron alcanzar un total de 85,107 puntos, una cifra insuperable para el resto de rivales. Jan Moller Christensen montando a Hesselhoej Boy (85,021) y Isabel Freese con Total Hope OLD (84,350) tuvieron que conformarse con el segundo y tercer puesto, respectivamente.

"Espero poder terminar con la educación de D’Avie", explicó el jinete nacido en Algámitas, Sevilla. "Por supuesto que sentí la presión, el año pasado también gané . La competencia fue fuerte y estuvo cerca. Así que estaba bastante nervioso, pero no dejé que esta buena competencia se estropeara por eso", se congratuló Jurado al término de la competición, en la que volvió a resultar ganador.

Y es que el binomio formado entre Severo Jurado y D’Avie se acostumbra a sumar títulos en Doma Clásica. No en vano, el dúo se proclamó campeón del mundo el pasado año, cuando el caballo competía en la categoría de 6. Un camino que continúa y que, con fortuna, puede ser más prolífico en cuanto a títulos.

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