El Sevilla debe conseguir por todos los medios que Ever Banega renueve. El argentino es el faro que guía al equipo y consigue desatascar los partidos que tienen mala pinta. Hoy lo ha vuelto a conseguir con el lanzamiento de córner que remató a la perfección Ramí y con el pase en profundidad para que Gameiro encarase al portero y fusilase.

En la primera parte, todo el juego ofensivo del Sevilla pasaba por sus botas. Y el problema es que si no pasa por él, el juego brilla por su ausencia. Solo hay que ver los pases que mete de 20 metros entre dos defensores. También destaca por parar el balón y acertar casi siempre con la mejor opción de pase, sea de dos metros o de 30. Y en uno de esos pases dejó a Gameiro con metros para encarar al meta rival y conseguir el tercer gol.

Otras veces peca de intentar sacar la pelota gustando en exceso y de mantener demasiado el balón. Una de esas veces provocó que le robaran la pelota y que el Celta montara un contragolpe que a punto estuvo de inaugurar el marcador del equipo gallego. Cuando Banega no pasa el balón rápido es porque sus compañeros no le dan opciones a que lo haga.

El balón parado lo controla a la perfección, como demostró tanto en el córner como en el lanzamiento de falta en los primeros compases de la segunda mitad que obligó al meta del Celta a emplearse a fondo.

 A los 30 minutos de la segunda mitad, Emery decidió que había que darle descanso para el partido del próximo domingo. La grada aprovechó para vitorearlo y corear su nombre.

El Sevilla tiene un diamante pulido al que puede no ganarle un euro si no lo renueva en lo que queda de temporada. Lo peor para el equipo no es que lo venda por 0 euros. Lo peor es que es muy complicado encontrar a un jugador de su clase, que mueva al equipo como lo hace él y que no cueste muy caro. El Sevilla debe renovarlo lo antes posible y para ello tendrán que soltar mucho dinero. Se lo merece. Se lo ha ganado en el campo.