Miguel Guillén

"Tener la conciencia tranquila no tiene precio"

  • El presidente valora su primer año y se defiende de las críticas a la suspendida gira por China. "No hago nada en mi beneficio; desde los 14 años me busco las habichuelas por medio mundo".

El pasado 29 de junio cumplió un año al frente del Betis tras seis meses en los que se convirtió, tras su aterrizaje, en el consejero más eficaz desde su parcela de marketing. Miguel Guillén, de 44 años, es el presidente número 42 de la historia del Betis. No se pone apenas metas, ni fechas; sabe que lo conseguido en este periodo no es poco. Con sus aciertos y sus errores, la normalidad ha llegado al Betis tras casi dos décadas. Si todo sigue así, ése sería su principal legado. Y no es poco.

-¿Con qué palabras definiría su primer año como presidente?

-Ha sido un año muy intenso. Ya sabíamos que era muy importante en los aspectos deportivo y económico y que por eso concluye con un alto grado de satisfacción, en el sentido de que se han cumplido objetivos importantes. En el plano personal, me he sentido muy a gusto con el equipo de trabajo y con los profesionales, ya que también hemos tenido tiempo de disfrutar con el equipo, y, lógicamente, también hemos tenido tiempo para preocuparnos y sufrir; ha sido como un máster intenso en el mundo del deporte y del Real Betis Balompié, muy completo.

-De Miki ya hablamos hace unos días y hoy vivirá un nuevo episodio. ¿Qué más cambiaría si le fuese posible?.

-Casi nada, aunque sí quiero y pretendo mejorar algunas cosas y corregir los errores cometidos durante este periodo de gestión. Ha habido momentos buenos y malos, pero el final es positivo. No soy de decir que me conformo con haber cubierto objetivos importantes, con más o menos trabajo y apoyo, ni tampoco estoy satisfecho con el cien por cien de lo realizado, pero en el fondo creo que tenemos un aprobado alto por haber cumplido.

-Elija con qué se queda de todo lo conseguido...

-Me resulta complicado elegir sólo una cosa. Lo más importante era lograr el objetivo económico, con la firma del convenio que garantiza la viabilidad del club, pero tampoco podemos olvidar el deportivo, que, aunque sabíamos que no íbamos desaparecer, sí era muy importante. Y que la nave ya vaya a velocidad de crucero también es importante. Yo me siento orgulloso de aportar mi granito de arena para la estabilidad del Betis y para que el club haya recuperado sus señas de identidad. Por ello doy la enhorabuena a un equipo de trabajo muy profesional y de gente honrada.

-¿Le ha dolido que hayan puesto en duda su honorabilidad a raíz de suspenderse la gira del equipo por China?

-No le presto la menor atención a falsedad tan tremenda, porque no merece la pena. El tiempo que llevo lo he dedicado a trabajar honradamente por el Real Betis Balompié. Absolutamente nada hice en mi propio interés y, afortunadamente, no lo necesito, porque desde los 14 años me llevo buscando las habichuelas por medio mundo. El que lo comenta, no me conoce. Además, tener la conciencia tranquila no tiene precio.

-¿Cuánto tiempo le queda en el Betis?

-No me pongo una fecha, estaré el tiempo que tenga que estar. Somos un equipo de trabajo y ya se verá hasta dónde llegamos. Estamos sujetos a unas medidas cautelares y a los intereses del Betis como institución. Ningún interés personal se antepone a eso por parte del actual consejo.

-¿No cree que en el Betis se sigue hablando poco de fútbol?

-Afortunadamente, eso está cambiando. El Betis está atravesando una situación institucional muy peculiar. Pero, gracias a su afición, con la estabilidad deportiva, económica e institucional llegará un momento en el que sólo se hable de fútbol. Estoy seguro de que eso ocurrirá pronto y será muy buena señal.

-El club fue el curso pasado a rebufo de los éxitos deportivos del primer equipo. ¿Ha cambiado ahora un poco?

-Sí. A pesar de que el primer equipo es lo que más interesa a gran parte de nuestros aficionados, entendemos que otros apartados del club también son muy importantes y estamos invirtiendo tiempo y dinero en ellos. Léase cantera, la marca, el aspecto social, el institucional... Y todo ello incide directamente en el primer equipo.

-¿Llegó a pensar qué le iba a decir a un amigo como Pepe Mel si se veía obligado a destituirlo cuando aquella nefasta racha de derrotas?

-Los resultados determinan muchas cosas en el fútbol, quizás demasiadas, y dentro de nuestra responsabilidad estaba contemplar ese escenario. Lógicamente, en mis obligaciones estaría comunicar dicha decisión al amigo Pepe y no le voy a negar que llegué a pensar que podía llegar ese momento si los resultados no cambiaban. Lo hubiera hecho con responsabilidad y con cariño, pero sin faltar a mis obligaciones.

-¿Por qué se está retrasando tanto la campaña de abonos, que va a empezar con la gente ya de vacaciones?

-Afortunadamente, este año no tenemos esa necesidad de adelantar ingresos para pagar gastos. Esto es una muy buena noticia para el club. La campaña está muy estudiada y trabajada. Son momentos económicamente difíciles para nuestros abonados y esperamos que les guste y sea un éxito, porque el club se debe a sus accionistas y a sus abonados.

-¿Por cercanía con los jugadores, le costó cambiar de consejero que viaja a presidente?

-No, sigo siendo el mismo y tengo el mismo trato con ellos, aunque con más obligaciones.

-¿Ha habido algún contacto con Lopera o viceversa: para pactar, consultar...?

-Ninguno. Sólo un encuentro casual de Bosch en un juzgado.

-Hay quien no entiende la Fundación. De hecho apenas hay proyectos y los que están planificados tampoco es que sean ambiciosos, ni necesario el crear una Fundación para ellos...

-La Fundación Real Betis Balompié es casi una obligación dentro de una institución como la nuestra. Ya ha echado a andar, que siempre es lo que más cuesta. Está perfectamente estructurada, con ni más ni menos que don Rafael Gordillo al frente, además de unos patronos que están absolutamente volcados en ella. La Fundación jugara un papel importante en la vida del Betis a partir de ahora, poco a poco...

-Hubo quien pensó que sería un cuchara y hoy nadie lo piensa. ¿Cómo lo valora?

-Tenía muy claro lo que venía a hacer al club. Conocía perfectamente a las personas que tengo alrededor. Sabía cuál sería el importante papel de cada uno en este equipo que formamos. Es un enorme orgullo representar al Betis, pero tenía claro que no lo haría a cualquier precio y me alegro de que quien lo pensara, haya podido cambiar de opinión .

-¿Puede el Betis realizar ese fichaje mediático del que habló Bosch hace poco?

-Debemos construir un equipo equilibrado y capacitado para conseguir los objetivos que perseguimos para la próxima temporada. Si además conseguimos ilusionar a nuestra afición con un fichaje de renombre, mejor. Lo intentaremos, pero siempre con criterio. Los béticos pueden estar tranquilos, porque trabajamos duro para que no suframos y para situar al club deportivamente a la altura de su afición.

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