Juegos Paralímpicos

Tokio, ¿una ciudad accesible?

Josh Grisdale accede a un vagón de tren en Tokio.

Josh Grisdale accede a un vagón de tren en Tokio. / efe

De los rascacielos y la falta de espacio por doquier a convertirse en una capital cada vez más accesible, Tokio rompe sus barreras en un proceso acelerado por la llegada de los Juegos Paralímpicos este martes.

Caminos para invidentes, accesos para sillas de ruedas o bebés, la accesibilidad universal es la nueva marca de la capital nipona, que en los últimos años ha invertido en remodelar su extensa red subterránea, avenidas y puntos turísticos, introduciendo este diseño en las once sedes paralímpicas.

Cuando en 1964 la ciudad asiática acogió los Juegos, presentó al mundo un sorprendente tren bala, metro y autopistas, infraestructuras punteras de la época. Sus segundos Juegos han puesto el foco de la administración pública tokiota en otro legado, uno que aúna la accesibilidad y da espacio a las familias con niños, personas con movilidad reducida, embarazadas, enfermos y mayores, estos últimos el 23 % de sus habitantes.

Tokio cuenta con 473.215 niños y adultos discapacitados, según datos oficiales de mayo, y el nuevo diseño accesible busca adaptarse a todos los públicos.

BARRERAS FUERA

Una línea amarilla rugosa sobresale en el suelo de todas las estaciones de Tokio, en cada vagón de cientos que recorren la ciudad y en las calles principales. La marca acompaña bastones en escalones y previene de accidentes en las plataformas del metro a casi 40.000 personas invidentes que residen en esta capital de 14 millones.

Son kilómetros de pavimento táctil, surgido en Japón hace unas décadas y al que se suman novedosos elementos que mejoran esta ciudad para cualquiera. Llamar al ascensor en braille o desde una silla de ruedas. Ascensores diseñados con la amplitud exacta para girar la silla o el cochecito del bebé. Subirte al metro en una zona habilitada para ruedas y contar con espacios preferentes en cada vagón.

Rampas, agarradores y máquinas de teclas gigantes en distintos idiomas. Señal ética universal y llamativa que no deja lugar a dudas. Entrar toda la familia en el baño público más completo y espacioso del mundo, con lavabos a la altura de una silla de ruedas y donde los detalles superan las expectativas: sillitas de seguridad para el pequeño mientras el adulto usa libremente el baño y cambiadores en lavabos de hombres.

El canadiense Josh Grisdale conoce de primera mano el desarrollo accesible de Tokio, puesto que la ha recorrido con su silla de ruedas siendo turista y después como residente durante años.

"Actualmente en Tokio el 96 % de las estaciones son accesibles. Si consideramos que la primera vez que yo vine a Japón, en el año 2000 eran un 30 %, creo que podemos ver claramente los esfuerzos que ha hecho Japón en accesibilidad", afirma entrevistado por Efe.

Menciona puntos turísticos sin barreras en Tokio, como el templo de Meiji, y considera "excelente" la accesibilidad del sector público japonés, aunque destaca que falta impulsar la del sector privado en tiendas o restaurantes, donde con "creatividad" y poco presupuesto vencerían las barreras.

En 2015 Grisdale creó el sitio web Accessible Japan ("Japón Accesible"), una guía en inglés con toda la información necesaria para planear el viaje al país sea cual sea tu discapacidad o necesidad.

Algunos paratletas y comités le piden consejo para alquilar a su llegada sillas eléctricas o los dispositivos para trasladar de la cama a las personas con discapacidad, elevadores que por su tamaño no pueden acompañarles en el viaje.

Grisdale está convencido de que los Juegos han impulsado una ciudad más libre de barreras: "Creo que Tokio 2020 ha sido un gran acelerador de accesibilidad. Japón ya se movía en esa dirección, pero gracias a los Juegos se han esforzado todavía más".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios