Toque de atención a Emana

El Betis reprende en privado al camerunés por faltar al respeto al club, pero no quiere levantar polémica antes de jugar en Cádiz

Emana sortea unas picas delante de Antonio Tapia.
Emana sortea unas picas delante de Antonio Tapia.
Javier Mérida / Sevilla

06 de noviembre 2009 - 05:02

Emana está harto del Betis. El camerunés no sólo no lo esconde, sino que a la más mínima lo airea, como hizo el miércoles en France Football, al asegurar que se siente "frustrado" por su situación en el Betis pero que revive cuando juega con Camerún. Además, el díscolo futbolista africano negó que hubiese sufrido la epidemia de gripe A, poniendo bajo sospecha a los servicios médicos del club.

La nueva salida de tono del jugador, lógicamente, ha causado hondo malestar en la entidad, que si cabe está más harta de él que el propio Emana del Betis. Empero, el club verdiblanco, en vista de la importancia del partido del próximo fin de semana en Cádiz, ha decidido no tomar medidas públicas contra el camerunés, a quien sí ha hecho saber su enfado en privado y las consecuencias que sus reiteradas faltas podrían conllevarle, quizá la apertura de un expediente.

Y es que Emana, quien la pasada temporada, amén de por sus goles destacó por sus continuos retrasos y escaqueos en los entrenamientos, ha ido más lejos en la presente, en la que vive instalado en el ojo del huracán.

Los problemas comenzaron en la pretemporada, con un agrio cruce de declaraciones cuando el camerunés decidió que tenía derecho a una semana más de vacaciones, que el club acabó concediéndole. Sin embargo, él tensó la cuerda y llegó un día después de lo pactado a Montecastillo. También se tomó más tiempo de la cuenta para volver cuando acudió a su país para el entierro de su padre, ya que se quedó un par de días en Valencia negociando, quizá, un posible traspaso al conjunto levantino, uno de los que más interés puso en él.

En el Trofeo Colombino, Antonio Tapia, harto de poner la otra mejilla, sacó al camerunés de la convocatoria por llegar tarde a la charla de antes del partido. Aun así, el técnico dialogó posteriormente con Emana, al que solicitó compromiso y le prometió el mismo trato que al resto de la plantilla. El de Fuengirola no quiere estrellas y se lo dejó claro, pero el jugador comenzó la temporada sin dar muestras de compromiso -llego a decir que se sentía un "esclavo"- y sí de lo que manifestó en el portal francés, de ahí que la afición incluso le pitase en algún encuentro en el estadio de Heliópolis, situación que no ha sido capaz de revertir con su fútbol.

Y es que hasta la fecha sólo ha intervenido como titular ante Rayo Vallecano y Castellón y como suplente frente a Recreativo, Albacete y Cartagena, para un total de 243 minutos, en lo que lo más destacado han sido las dos tarjetas amarillas que ha visto. Sus medias lesiones y sus idas y venidas con Camerún, unidas a su actitud, le han impedido entrar en la dinámica del grupo. Tapia lo tiene claro y Emana, aunque se entrena sin aparente merma física, no será titular el domingo en Cádiz. Es más, cabe la posibilidad de que ni siquiera entre en la convocatoria, en vistas del buen rendimiento de los que viajaron a Girona, entre los que él no se encontraba.

Otra cosa será lo que haga el club con el futbolista en el mercado de invierno o en verano, ya que costó 6 millones de euros y, aunque cada día ve más complicado recuperarlo para la causa, no está dispuesto a regalarlo.

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