Transformación en marcha

A punto de cumplir 20 años y convertirse ya en un futbolista sénior, Ignacio Abeledo (Huelva, 1996) es uno de los pesos pesados en el vestuario del Betis B. El extremo zurdo verdiblanco está mostrando un estado físico portentoso en este primer tramo liguero, lejos del tímido e intermitente curso de su anterior temporada. Abeledo tiene una fe ciega en su equipo, a pesar de la hasta el momento discreta racha del filial que lo hace ocupar el puesto colista de la clasificación. Pero las sensaciones no son las pésimas de los primeros envites. El equipo genera peligro y crea ocasiones: ahora sólo le falta el gol, la culminación.

"Somos un equipo con calidad, pero muy jóvenes. La adaptación es siempre complicada para los juveniles. Pero se está haciendo un buen trabajo y la adaptación se conseguirá. Y, aunque los resultados no acompañan, las sensaciones son diferentes", explica Abeledo a la hora de analizar la marcha del equipo después de once jornadas disputadas.

Con todo en contra, el jugador onubense no duda: el Betis B se mantendrá en la categoría. "Las derrotas afectan por igual a futbolistas juveniles y a los sénior. Nos duele perder, claro, pero estamos contentos con el juego desplegado. Si seguimos así, mejorando, con el proceso de adaptación, no tendría ninguna duda en hacer una apuesta por nuestra permanencia", declara el jugador, quien reconoce que no ganar va inoculando la duda. "Desaparecerá, la duda dejará de serlo en cuanto encadenemos dos o tres triunfos", asegura Abeledo.

El extremo bético está disfrutando de una dulce transformación en el presente curso: más participativo en el juego de ataque, más concienciado de que, para llegar a la élite, debe también aportar en defensa. Abeledo habla de los motivos de ese cambio, que no sólo está causado por que las lesiones lo respeten: "En los momentos malos hay que estar más unidos y más solidarios. Hay que dar el cien por cien, por los compañeros y por el míster. Es la manera de salir adelante".