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Villa: un gol salvador para entrar en la historia

  • Cuando más lo necesitaba, España encontró su fórmula más efectiva, la del olfato goleador del delantero azulgrana.

Justo cuando más maniatada estaba por la presión constante de una selección chilena incapaz de especular, España encontró su fórmula más efectiva, la del olfato goleador de David Villa. Gracias a él, además, volvió la fe en hacer por fin algo grande en un Mundial. Villa fue clave en el 2-1 sobre Chile en Pretoria, un triunfo que selló el pasaporte para la próxima cita: martes, 20:30, Ciudad del Cabo. España versus Portugal, Villa (Barcelona) versus Cristiano Ronaldo (Real Madrid), un gran choque de octavos de final con dos hombres nacidos para el gol.

Pero el gol ante Chile no fue un gol más. El zurdazo desde 35 metros con que Villa desbarató a los 24 minutos la presión asfixiante de la selección de Marcelo Bielsa puso a Villa por encima de hombres y nombres de peso en la historia española en los Mundiales. Emilio Butragueño, Fernando Hierro, Fernando Morientes y Raúl sumaron cinco goles en Mundiales. Villa ya lleva seis. Ningún español movió las redes más veces que él en una Copa del Mundo, y sabe que tiene la oportunidad de seguir haciéndolo.

Su tanto lo pone además al mismo nivel de otro hombre que habitualmente viste camiseta blanca, el argentino Gonzalo Higuaín, que lleva tres goles en Sudáfrica 2010, los mismos que el modesto delantero eslovaco Robert Vittek. Villa suma, además, 40 goles ya en 58 partidos con la selección española, a sólo cuatro del récord de Raúl. Pero su efectividad es infinitamente mayor que la del veterano delantero del Real Madrid, que necesitó 102 partidos para sumar sus 44 tantos.

Sí es cierto que el gol de Villa llegó tras un gravísimo error del arquero Claudio Bravo, que salió de su área a despejar un balón para terminar entregándoselo a España. Pero esa fue sólo una parte de la historia. La otra es que Villa, siempre con los ojos bien abiertos, casi siempre por la izquierda, a veces por el medio, estaba allí para aprovecharlo, para lanzar con su zurda precisa un tiro largo y combado, un vuelo en el que España recuperó el alma y la fe mundialistas que venía perdiendo. Y, al igual que ante Honduras, cuando rozó el hat-trick al fallar un penal tras dos golazos que le valieron ser elegido el hombre del partido, ante Chile Villa pudo haberse ido con más. Cesc, seis minutos después de entrar por Torres, le cedió a los 61 minutos la pelota en la medular del área, solo frente a Bravo. El balón le quedó incómodo, no pudo definir.

A sus 28 años Villa parece dispuesto a aprovechar al máximo su estado de gracia goleador, el mismo que exhibió un año atrás al consagrarse con cinco tantos como el máximo anotador de la Copa Confederaciones. Y eso que en aquel entonces su rostro era la pura exhibición de la frustración: descontento por el eterno y finalmente fallido pase al Real Madrid, Villa sólo hablaba con el gol. Un año después la vida le sonríe en cambio por completo. Las redes del estadio Greenpoint en Ciudad del Cabo pueden comenzar a temblar, y España, a soñar.

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