Desde mi córner

Vísperas de un pulso entre dos en alza

  • 2021 ha hecho que en el Betis se pueda creer y Dortmund aclaró todas las dudas sevillistas

Como el que no quiere la cosa, casi sin darnos cuenta, en un tres días, derbi habemus. El calendario añade a su vértigo de no parar la asimetría que hace que con un derbi fresco en la memoria llegue otro. Aquel enfrentamiento con que se abrió 2021 quedó en la memoria como el del punto de inflexión del Betis, que ese día cambió las lanzas por cañas para el advenimiento de un tiempo mejor y ya acorde con lo que demanda su clientela.

Pasó también a la memoria como el del penalti que falló Fekir en enorme intervención de Bono, lo que dejó una sensación agridulce en todos. El bético sigue lamentando aquel lance, mientras que el sevillista nunca acabó de comprender por qué su equipo no mostró el potencial que lo tenía, y lo tiene, como propietario de plaza Champions. Y este domingo, Nervión como escenario de autos en un derbi que llega tan apasionante como siempre y con los dos equipos en alza.

Porque así como el alza del Betis resulta incuestionable por lo demostrado desde aquella tarde de año novísimo, la exhibición de generosidad que el Sevilla daba antier noche en la Alemania más profunda ha hecho paliar su sucesión de sofocones culminada con el ridículo de Elche. Y esa reacción del Sevilla ante la manada de Haaland revitaliza el derbi hasta darle carácter de imprevisible para cuantos se alimentan del avant match a la hora de hacer sus apuestas.

Ya es únicamente derbi el motivo de conversación y en el meollo de los debates entra el dolor compartido por un derbi más sin público. Es la nota triste de ese partido de partidos en el fútbol según Sevilla. Tiempo queda para seguir diseccionando las claves de este nuevo choque entre vecinos. El Betis llega con mucho mejor talante que en el anterior y el Sevilla arregló de un plumazo en Dortmund cuantas dudas sembraban su andadura más reciente. La emoción está servida.

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