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Vuelve la animadversión

  • Opiniones de analistas y columnistas convierten la prensa navarra en un frente común de batalla contra el Sevilla · Entre las acusaciones figura la de que Del Nido sugirió que Iturralde estaba en un "complot"

Ni siquiera porque ya no ocupen los banquillos de Osasuna y Sevilla Javier Aguirre y Joaquín Caparrós, los enfrentamientos entre ambos equipos acaban en paz. La trifulca generada al final del último enfrentamiento entre ambos el pasado sábado en el Ramón Sánchez-Pizjuán ha levantado un sinfín de suspicacias y acusaciones en la prensa navarra, que como otras veces y en su afán por ensalzar la jugada de Iturralde contra Osasuna, vierte con saña duras palabras contra el sevillismo.

Incluso en algún caso se recoge una acusación velada contra Del Nido en la que un articulista coloca en boca del presidente del Sevilla frases que comprometen a Iturralde y que el letrado, sencillamente, no ha pronunciado. Es el caso de Félix Monreal. En una columna en el Diario de Noticias titulada "Cuando ganan los truhanes", se atreve a acusarlo de conspirador. "Del Nido, que sabe lo que se está jugando el Sevilla -y él mismo-, compareció esta semana para repartir estopa a diestro y siniestro. Tirando de guión, el presidente del Sevilla puso a caldo a Juande Ramos y contra la pared de la sospecha al propio Iturralde. El mandatario hispalense llegó a sugerir que el vizcaíno estaba involucrado en una suerte de complot organizado la temporada pasada para que el Sevilla no ganara la Liga". En este mismo periódico, Javier Martínez de Zúñiga, redactor jefe de Deportes de la cadena Ser en Pamplona, recurre a la vieja excusa del estilo del sevillismo después de realizar serias acusaciones a Iturralde. "Pero tampoco se queda atrás el Sevilla como entidad y como equipo fullero de mal estilo [...] Sin olvidar al ínclito Cristóbal Soria, arte y parte de la trifulca, que rememoró viejos tiempos que creíamos felizmente olvidados".

Otro columnista del Diario de Noticias, Pedro Lanas, la toma con la afición nervionense y califica el ambiente en el Sánchez-Pizjuán de "agresivo". Su artículo se titula "Osasuna, víctima de las malas artes" y, entre otras cosas, defiende que "Iturralde sucumbió a las malas artimañas de los jugadores del Sevilla y a la presión de una grada ciertamente agresiva durante los noventa minutos para condenar injustamente al más humilde". Esta misma firma aparece en otra página de información y defiende que al final del partido "los espectadores del Pizjuán se unen a tan lamentable espectáculo y se dedican a insultar a los rojillos a la vez que les arrojan objetos, como una botella que golpeó en el brazo de Ziganda. Sin comentarios".

En el Diario de Navarra no son menos duros contra el Sevilla. En una información titulada "La gran bronca" con gran despliegue tipográfico, destaca un subtítulo hiriente hacia el equipo blanco. "Los momentos finales revivieron lo peor del sevillismo en las últimas visitas de Osasuna". El autor, Santiago Zuza, aparte de confundir repetidamente a Chevantón como autor del 2-1, tilda a Cristóbal Soria de "pirómano habitual en estos enfrentamientos y compañero de banda del cuarto árbitro. No se cortó a la hora de provocar a técnicos y jugadores rojillos", reza. Más adelante, carga contra la grada, de la que dice que "jaleaba la gresca como los romanos en las luchas en el Coliseo", para terminar con la siguiente sentencia: "Osasuna tendrá que aguantar que su nombre se relacione con un suceso penoso en el que los navarros fueron meros espectadores pasivos".

"Como más duele...". Así titula Fran Pérez su opinión en este diario. En su espacio periódico, "el farolillo", trata con ironía hasta el gol de Luis Fabiano desde los once metros. "Penalti repetido y gol (¿le cuentan uno o dos tantos de cara al Pichichi?). De postre, la bochornosa actuación de Renato -debe referirse a Adriano- y del delegado del Sevilla. Luego dirán que nosotros somos los malos...".

En el mismo Diario de Navarra, una foto comentada le echa toda la culpa de lo ocurrido al delegado local. "Un cabezazo de Cristóbal Soria al preparador físico, Joshe Viela, inició la trifulca, en la que Adriano lanzó una botella de agua a Azpilicueta y al delegado de Osasuna, Ángel Vizcay. El peor estilo del sevillismo que preside Del Nido volvió a aflorar en toda su crudeza y crueldad. Chevantón estaba lesionado entretanto y nadie le hacía caso. Mejor apalear a Osasuna".

No será el último Sevilla-Osasuna que desate ríos de tinta, ni por supuesto el primero. Ya cuando el equipo de Juande Ramos eliminó a los rojillos en las semifinales de la UEFA hubo un artículo que se publicó en Navarra que hirió bastantes sentimientos de muchos sevillistas. Es una guerra que no se ha enfriado ni porque no estén ni Aguirre ni Caparrós.

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