Ningún partido es fácil de ganar y cada uno, con sus circunstancias, puede llegar a abrirse con facilidad o a complicarse a pesar de que haya grandes diferencias técnicas o físicas entre un equipo y otro. El Levante le jugó al Sevilla con acumulación de jugadores en la zona de tres cuartos, lo que, entre otras cosas, condicionó la manera de atacar de los de Unai Emery, que no pudo ordenar el paso adelante de sus medios centro para no favorecer la superioridad numérica del rival en una zona de peligro. Eso sí, esa misma acumulación de hombres más cerca del área de Sergio Rico que en la de Mariño propició que hubiera espacios para que hombres como Reyes viera bien los desmarques de Gameiro o que Krohn-Dehli conectara con los estiletes de la izquierda.

Defensa

Cristóforo y N'Zonzi, pivotes que ante el Mirandés pisaban el área rival (la jugada del penalti fue la mejor prueba), tuvieron que anclarse delante de los centrales ante la disposición del Levante, con una especie de 4-1-3-2 con Simao guardándoles las espaldas en solitario a cinco compañeros. Así, la figura del espigado medio francés tenía que limitarse a sacar el balón con clase desde atrás sin poder descolgarse arriba.

Digamos que la osadía de Rubi con dos puntas y tres medios rodeando a Cristóforo y N'Zonzi requería extremar las precauciones, máxime cuando Mariano y Tremoulinas son laterales de buscar el banderín contrario. El brasileño no salió apenas en esta ocasión e incluso anduvo providencial en dos cruces en el área en la primera mitad. Por ello, la función de Krohn-Dehli se antojaba primordial, pues debía ayudar en esa zona y a la vez hacer de conexión con Iborra (en el primer contacto) y Gameiro en el espacio y el remate.

En la segunda mitad, bien porque el Levante intensificó su empuje, bien porque también los pivotes blancos notaron el cansancio acumulado, el sistema defensivo sufrió más. Morales y Rossi, empezaron a tener más posesión, a la vez que ahogaban la salida de balón (el robo a Cristóforo en el 2-1). Y la velocidad de Cuero atornillaba más a Mariano en la derecha mientras en la izquierda con Konoplyanka el nivel defensivo bajaba algunos enteros. Una curiosidad: sin Krychowiak no hubo faltas para el Levante, cosa buena, pero alguna vez sí pudo venir bien frenarlo así.

Ataque

El Sevilla encontró dos vías de llegada claras desde el inicio. Una, la banda de Tremoulinas por el apoyo de Krohn-Dehli y, dos, el espacio de maniobra que esa soledad de Simao dejó al propio danés y a Reyes. El utrerano usó su clarividencia para la velocidad de un endiablado Gameiro en los desmarques. El nórdico, en ausencia de Banega, se erigió en el hombre boya, con un engaño en el giro muy parecido a los del argentino en su conexión con la izquierda en el gol de Konoplyanka. Participa en los tres goles y en la gestación de dos de ellos; el primero y el tercero.

Virtudes

Saber en cada momento el grosor del pincel con qué pintar para no perder el control del partido.

Talón de aquiles

El Levante, por insistencia y aunque fuera tarde -ya con el 2-0- logró lo que buscaba, hacer retroceder a los locales y provocar fallos.

UNO POR UNO

Sergio Rico Pequeños detallitos que no le dejaron un buen sabor de boca. Un par de balones no blocados.

Mariano Un partido distinto para él. No se proyectó y trabajó en defensa, haciendo dos cruces providenciales.

Rami Rossi empezó a inquietar cuando le llegaron balones, aunque para entonces ya había olvidado sus dudas iniciales.

Kolodziejczak Tiene que vivir siempre con la necesidad de demostrar cosas, no se sabe muy bien por qué. Ayer, acertado en el pase y listo en defensa.

Tremoulinas Muy irregular. De un gran pase en el gol a mala toma de decisiones o absentismos defensivos.

Cristóforo Se le vio menos fresco y ahogado por el rival. El mal control en el pase de Sergio Rico fue sintomático. 

N'Zonzi No pudo empujar arriba, pero repartió clase y sacó el balón con presteza.

Reyes Tuvo metros para pensar y ver los desmarques de Gameiro y trabajó mucho en defensa.

Iborra Hace una labor sorda que a veces luce. Ayer, un pase de gol y un tanto que no celebró.

Gameiro Rapidísimo y decidido. Le faltó precisión en alguna, pero marcó y dio una asistencia.

Konoplyanka Pese al golazo que firmó, debe dar mucho más.

Kakuta Su salida metió ritmo.

Llorente Voluntarioso.