"Cuando tenga 50 años me podré parar a recrearme"
Palop
Palop, que será el jugador más longevo en la historia del club, agradece la ampliación de su contrato y promete devolver tanta confianza · "Depende de mí que no se hayan equivocado", dice
-A sus 36 años, parece que fuera su primera pretemporada...
-Es que disfruto mucho de mi profesión. Me encanta lo que hago y me gusta sacarle provecho a las sesiones, no ir por ir. La intensidad tiene que ser alta para sacarles fruto a los entrenamientos.
-Dani Jiménez asegura que transmite una energía como si empezara de cero…
-Para mí es un halago que la gente joven me vea de esa manera y es uno de mis objetivos, que vean que pese a los 36 años, por mucho que hayas ganado o te idolatren, esto es fútbol y lo que cuentan son los entrenamientos y los partidos. Cuando tenga 50 años me podré parar a recrearme en lo que he hecho.
-¿Especialmente motivado por su renovación hasta 2013?
-Por supuesto que es un plus, tengo la tranquilidad de que estaré aquí tres años más y eso me motiva muchísimo. Estoy más ilusionado que si hubiese firmado mi primer contrato con el Sevilla. Y tengo que demostrarle a mi club y a mi afición que no he renovado porque me lo han regalado, sino porque quiero demostrar al nivel que exige un club como el Sevilla, con la ambición de seguir dando triunfos.
-El club confía mucho en usted, porque contratarlo hasta los 39…
-El paso que ha dado el club es importantísimo y de mucha confianza. Pero el club tiene gente importante que ve la evolución y el rendimiento de cada jugador día a día. Si ha dado este paso es porque se basa en unos informes y un rendimiento. Yo lo agradezco de corazón y ahora depende de mí que ellos vean que no se han equivocado.
-Fue una temporada muy dura, hasta el viraje producido con la irrupción de Álvarez...
-El entrenador anterior no gustaba a la prensa y a un sector del público, y con el cambio la prensa dejó de estar centrada en un objetivo, se tranquilizó el equipo y los descontentos se enchufaron. Fue crucial para lograr los objetivos. Yo soy el primero que me siento fracasado cuando hay un cambio de entrenador, pero fue para bien.
-¿Es muy distinto el Álvarez que llegó al Álvarez de ahora?
-Sí, sí, por supuesto. Cuando llegó no había tenido la oportunidad de ser el primer espada. Llegó a un equipo Champions y puntero de España y de Europa, con una gran responsabilidad. Él nos trasladó mucha tranquilidad y confianza. Aplaudimos mucho su llegada, era el hombre ideal. No necesitaba ni mano dura ni un látigo, sino confianza y conocimiento de la plantilla y de la idiosincrasia del club. Era el hombre perfecto. Cuando nos comunicaron que seguía también nos pusimos muy contentos. Manejar el equipo desde el principio, con un año por delante, y hacer el equipo a su gusto lo ha soltado, se le ve mucho más entrenador. Y estamos muy contentos con su aportación y con la de sus ayudantes.
-¿Qué significa la llegada de Javi Navarro al cuerpo técnico?
-Yo, cuando me enteré, me alegré muchísimo, porque cuando Javi se lesionó y estaba con nosotros sin poder jugar, yo pensaba, qué pena no poder tener a este jugador… El papel de Javi era increíble dentro y fuera del campo. Nos va a aportar serenidad, tranquilidad en momentos de duda como hubo el año pasado, el saber estar, su conocimiento de este equipo. Tanto a mí como capitán como a los demás nos puede ayudar mucho.
-Hay mucho diálogo en los entrenamientos...
-Es de lo que se trata, que no sea una sola voz la que se escuche. Es el momento de resolver dudas, de ponerse a punto y que todo esté resuelto para competir. Javi da su opinión de la defensa, si no está claro se rebate y se busca la mejor solución. Eso es muy positivo, se habla todo, bajo las pautas del míster.
-¿Qué equipo está viendo?
-Vamos a intentar no abusar del balonazo, habrá equipos que nos pondrán difícil la salida del balón y habrá que recurrir a buscar a Fredy, Luis Fabiano, Negredo, una solución que conocemos. Ahora estamos haciendo hincapié a sacar el balón jugado desde atrás, en la conexión del medio centro, buscando las bandas, cambios de orientación. Y a la hora de la pérdida, juntarse bien, presionar, replegar rápido. Buscamos hacerlo de memoria.
-Parece que no se quiere caer en el error de hablar de pelear la Liga al Madrid y al Barcelona...
-Tenemos la lección aprendida. Llegar a 90 ó 100 puntos es muy difícil para el Sevilla. Tienen grandísimos presupuestos, pero nosotros sí nos marcamos el objetivo de la Liga de Campeones. Queremos el tercer puesto, porque es el acceso directo y ahí sí podemos competir con el Valencia, el Atlético, el Villarreal o el que se ponga por delante. No nos asusta ningún equipo de éstos. Real Madrid y Barcelona, como dijo Fredy, están un escalón por encima. Alguna vez se quedará la Liga en los 70 y pico, y ahí tenemos que estar nosotros para pelear el título.
-¿Cómo ve la propuesta de Del Nido de reducir las enormes diferencias en el reparto televisivo?
-Me gusta el modelo inglés, porque la Liga es de todos, no de dos equipos. Si queremos una Liga competitiva, los presupuestos y los ingresos televisivos tienen que estar más equilibrados. Yo coincido con el presidente, deberían igualarse los ingresos. Se llame Levante, Sevilla o Barcelona, los partidos televisados deberían rentar lo mismo. El reparto debería estar más generalizado.
-Volvamos a su figura. ¿Se ve jugando con 40 años en el Sevilla?
-El contrato se queda en los 39. Pero los porteros somos de una especie rara. Mire la temporada que ha hecho César en el Valencia… Si cuidamos nuestro peso y nuestro trabajo, podemos llegar a una edad importante. Estoy completamente capacitado para defender la portería del Sevilla en estos tres años, independientemente de que venga alguien o de que Javi Varas esté muy bien. ¡A lo mejor llega él con 42! No he perdido la vitalidad y la fuerza de ir a entrenar y si dentro de tres años no lo he perdido, nos plantearíamos seguir, el tiempo dirá.
-En los dos últimos años ha tenido problemas musculares en los gemelos, ¿es una dolencia latente?
-No, son dolencias propias del fútbol. Soy un portero que me baso muchísimo en mis piernas, soy muy explosivo y puede que me haya pasado factura. Pero estoy contento, llevaba dos años lesionándome de lo mismo y ahora estoy haciendo una pretemporada perfecta, estoy como una rosa.
-Echando la vista atrás, ¿qué ve?
-Sólo cosas buenas. Llegué siendo un desconocido y todo lo que he vivido ha sido magnífico, no lo podía imaginar tan grande. Estoy muy orgulloso de mi etapa en el Sevilla, pero quiero ver muchas cosas más, no me conformo con lo que he hecho. Hay tres años más por delante y quiero que sean lo más brillantes posible. No me imaginaba este crecimiento en cinco años. Estoy orgulloso de cada día, de cada momento vivido en este club.
-Está la espinita de la selección...
-Sí, es cierto. Veo la cantidad de porteros que han sido internacionales y me paro a pensar, ¿yo por qué no he podido ser internacional una sola vez? Lo he tenido tan cerca, aunque hubieran sido cinco minutos… Es una espinita clavada, pero me ha dado tanto el fútbol, me ha dado tanto el Sevilla, que compensa esa espinita de la selección.
-¿Qué espera esta temporada?
-Que el equipo muestre sus credenciales, que rememos todos en el mismo sentido, yendo a una. Y que el Sánchez-Pizjuán sea inexpugnable y que donde vayamos seamos respetados. Un equipo compacto, fuerte y muy peligroso. Y hay que pensar que sin la afición no somos nadie. El equipo tiene que hacerse fuerte con su afición, porque si la afición está como siempre, al rival se le hace imposible ganarnos. A poquito que le demos, ellos nos lo devuelven por tres mil.
-Por último, ¿cómo está viendo a Romaric, un jugador tan polémico?
-Voy a romper una lanza a su favor. Me sentí ofendido cuando escuché los comentarios sobre su peso. Como capitán y compañero creo que es injusto que llegue Romaric y que destaquen que tiene tres kilos de más y no destaquen que, sin tener obligación, haya venido a estar involucrado y a ponerse a punto, a ayudar al equipo. Yo, por ejemplo, he venido con dos kilos de más y nadie lo ha dicho. Ha dado el paso de acortar las vacaciones y hay que darle su oportunidad. Hay que olvidarse de eso y esperar a opinar sobre su rendimiento en unos meses.
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