Dos árbitros 'top' para un pulso 'top'
el derbi europeo
La UEFA manda al portugués Proença, árbitro de la final de la pasada Eurocopa, al desenlace en Heliópolis.
El pulso entre Betis y Sevilla no es de Champions, pero a los ojos de los gerifaltes de la UEFA, como si lo fuera. Así lo reflejó la designación del turco Cakir para la ida y así lo corrobora el elegido para este jueves: será el mismo que plasmó en el acta arbitral que España goleó por 4-0 a Italia en la final de la Eurocopa de 2012. El portugués Pedro Proença, lisboeta de 43 años, internacional desde 2003 y designado mejor árbitro del mundo en 2012, será el juez que reparta justicia.
El lisboeta es uno de esos árbitros top que sólo se llevan el pasaporte para pitar partidos de Liga de Campeones, de clasificación para Mundiales o Eurocopas o de las fases finales de esas magnas competiciones internacionales. Un colegiado top, con sus tres letras. Pero la UEFA, ocasionalmente, saca de su lujosa Champions a sus mejores jueces -Proença luce la categoría Elite desde la campaña 2009-10- para atar todos los cabos en partidos de la segunda competición continental que tienen mucho que pitar. Y el Betis-Sevilla, seguramente, tenga muchísimo que pitar.
También el inglés Howard Webb, aquel que ignoró la patada de kárate de De Jong a Xabi Alonso en la final de Johannesburgo, abandona eventualmente la élite de la Liga de Campeones para dirigir otro encuentro de altísimo voltaje, ese Fiorentina-Juventus que tan abierto está (1-1 en Turín) entre dos equipos cuya rivalidad es acérrima.
Webb no se va a amilanar este jueves bajo el fuego viola y bianconero. Ni Proença en la hoguera que van a montar en Heliópolis los más de 40.000 béticos y los más de 2.500 sevillistas. Están habituados a pitar bajo la presión extrema. Tienen tablas para no dejarse influir por el entorno y para cortar de raíz esos conatos que suelen brotar en todo derbi entre los jugadores más temperamentales.
Proença dirigió la final de la Liga de Campeones de 2012. Fue en el Allianz Arena de Múnich y uno de los contendientes era el Bayern. Pero no ganó el teórico local. Lo hizo el Chelsea en la tanda de penaltis. Tampoco se dejó amilanar por el peso de uno de los contendientes en el Galatasaray-Juventus de esta Champions. La Vecchia Signora se jugaba su pase a octavos y perdió bajo la nieve (1-0). Otra prueba de su carácter, ya más concluyente: ha sido capaz de expulsar en dos ocasiones a José Mourinho de su área técnica, aunque fue en Portugal, cuando entrenaba al Oporto en 2002 y 2003.
Esta temporada, el lisboeta, que es asesor financiero de profesión, ha dirigido tres partidos de la Liga de Campeones. Además del Galatasaray-Juventus, el Nápoles-Borussia Dortmund (2-1) de la fase de grupos y el Milan-Atlético, ida de los octavos de final (0-1). También pitó el Legia Varsovia-Steaua de Bucarest de la fase previa, en verano (2-2).
Más partidos que reflejan el cartel de Proença para la UEFA: arbitró con cuatro días de diferencia dos partidos de repesca de clasificación para el Mundial de Brasil, el Grecia-Rumanía (3-1) y el Islandia-Croacia (0-0). En este último partido en Reijkiavik, estuvo presente un jugador que también lo hará mañana, Ivan Rakitic.
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