En la carrera por la salvación en la que anda metido el Betis Baloncesto, cada partido es una nueva oportunidad para distanciarse de la zona de peligro. Da igual si el contrario es un rival directo o un equipo de los grandes. El triunfo vale lo mismo si se logra en el Pazo de Lugo tras dos prórrogas que en un San Pablo, que registrará una buena entrada, frente a un Baskonia (17:00) lanzado en la Liga Endesa y que llegará a Sevilla tras una doble jornada en la Euroliga en la que ganó al Real Madrid en el Wizink Center y perdió con el Mónaco en el Buesa este viernes.

El potencial del cuadro vitoriano es enorme. Casi siempre lo es, pero esta campaña ha encontrado en Joan Peñarroya al técnico ideal, pese al patinazo copero ante el anfitrión Joventut. Inesperado, pero ninguna sorpresa imposible. Una actuación estela de un pívot, Tomic, y el trabajo de un gran alero, Joel Parra, además de un tercer cuarto para enmarcar (33-15) le dieron a la Penya el triunfo en aquel encuentro. Con Gerun y Pasecniks tiene ahora bien cubierta la posición interior Luis Casimiro, pero con el tres tiene un serio problema el técnico verdiblanco.

El tuerto que lo miró en verano sigue echándole el ojo de vez en cuando y ahora cayó BJ Johnson, en acto de servicio ante el Breogán la última jornada. El entrenador bético dijo en la previa que el norteamericano será una baja "de larga duración". En este sentido hay que poner en contexto sus palabras, ya que se trata de un jugador muy importante que estará fuera del equipo al menos un mes cuando quedan dos meses y medio de competición. El club, de momento, no se plantea fichar, pese a que hay dinero en caja aún de la operación de Evans. Verse fuera del descenso, aunque sea sólo con una victoria de ventaja sobre el Manresa, parece que da margen para esperar. Quizá si la soga aprieta más puede que sea tarde.

En cualquier caso, Casimiro, como ha hecho desde el verano, mira adelante con lo que tiene. Y lo que tiene, después de la necesaria (y tardía) remodelación, puede darle, si funciona la defensa y en ataque se está acertado desde el triple, para competirle a un Baskonia que en la ACB va como un tiro: ha ganado 12 de los últimos 13 partidos. No puede centrase uno en tratar de frenar el perímetro baskonista, el mejor equipo de la liga desde más allá de los 6,75 metros –tanto en porcentaje de acierto, con un 42,1% de efectividad como en triples convertidos por partido, con 12,3–, porque por dentro cuenta igualmente con jugadores con capacidad anotadora como Kotsar, Enoch, Hommes o Costello, estos dos últimos con buena mano desde el triple.

El Baskonia es el mejor equipo de la ACB desde el triple con un 42,1% de acierto, por el 32,3% verdiblanco

Y si asustan esos nombres, el juego exterior es para echarse a temblar: Marcus Howard, el hombre de moda que fue clave en la victoria local en la prórroga en la primera vuelta (107-103), Darius Thompson, el tercer asistente del campeonato, Marinkovic, Giedraitis y Sedekerskis.

Dentro de la cancha será clave el nivel defensivo que muestre el equipo verdiblanco. Necesita frescura en las piernas para llegar a las ayudas e intensidad para impedir que el Baskonia juegue a gusto y encuentre lanzamientos cómodos y liberados que se convertirán, en la mayoría de los casos, en puntos fáciles. Del otro lado, el Betis necesita que Gray empiece a aportar en la faceta anotadora, aunque si distribuye bien el juego sus entradas a canastas pueden generar superioridad para buscar a un lanzador o doblar la pelota para que Pasecniks o Gerun, segundo reboteador de la Liga Endesa, hundan la bola. Con el letón y el paso adelante dado por el ucraniano el cuadro verdiblanco ha ganado presencia interior, lo que permite que tiradores como Bertans o Montero puedan tirar con más espacio y tiempo.

El dominicano fue uno de los destacados en Lugo, pero por momentos sigue eligiendo mal las opciones de tiro. Tiene 19 años y es normal que todavía deba pulir esos aspectos. Del resto sólo hay que esperar que sigan al nivel que vienen mostrando. La llegada de Tyson Pérez ha sido decisiva en el despertar bético, así como la aparición de la versión buena de Pozas, que tras la marcha de Evans vuelve a parecerse al jugador diferencial que fue en el Obradoiro.

Con Eulis Báez recuperado ya de su lesión, el puesto de ala-pívot está bien cubierto y Maronka pasará al tres para suplir a BJ Johnson. Otro joven que, como Montero, viene a hacer la mili en Sevilla para marcharse después a sus clubes. Si en el servicio es bueno, todos satisfechos.

En definitiva, el Betis Baloncesto necesita el máximo nivel de todos y cada uno para llegar con opciones al final ante el Baskonia y ahí, con el apoyo de los suyos, dar un golpe sobre la mesa en pos de una salvación por la que todavía queda mucho que sudar, se gane o se pierda.