Betis Baloncesto

El Betis hace de Betis y se tira al callejón contra el Covirán (85-91)

BJ Johnson entra a canasta ante Maye.

BJ Johnson entra a canasta ante Maye. / José Ángel García

El Betis Baloncesto hizo de Betis. Con todas las letras de la historia y cuando tenía en su mano la salvación la dejó escapar. Thomasson y Bropleh, imparables, comandaron la reacción del Covirán Granada (85-90) cuando el conjunto sevillano creyó tenerlo en la lona y a golpe de triples y canastones llevaron a su equipo a un triunfo que les da vida y condena al cuadro verdiblanco a jugársela en el Wizink Center frente al Real Madrid o esperar que el Joventut gane en tierras nazaríes. Y eso porque el cuadro local al menos fue capaz de salvar el average. Y gracias.

Un parcial demoledor de 1-17 con Bropleh resolviendo cuentas pendientes noqueó al conjunto de Luis Casimiro, que no dio con la tecla moviendo al banquillo. Nadie frenaba a un Granada que encontró la forma de hacerle daño al rival jugando sin pívots. Maye moviéndose por dentro y por fuera y Bropleh y Thomasson haciendo de martilló pilón. Se las prometían muy felices los verdiblancos cuando abrieron brecha  en el tramo final del tercer cuarto. Una canasta de Maronka desde la esquina puso el 66-57. Pareció triple, pero nadie mandó a revisarla acción aprovechando el tiempo muerto de Pablo Pin. Y ahí empezó a perder el choque el Betis, tirando de individualidades en ataque sin pararse a defender. Golpe a golpe, Bropleh se venía arriba. Parcial de 1-17 con 13 puntos del ex bético para colocar el 67-74. Pareció reaccionar el Betis con cuatro puntos de Montero, todos tras rebote ofensivos tras malas elecciones de tiro y circulación de balón. 

El conjunto hispalense estaba bloqueado.Noqueado. Los árbitros permitían más contacto en un lado que en otro y mientras Cvetkovic se iba al suelo arrollado por Renfroe, Pere Tomàs aprovechaba la autopista para poner el 71-80. Todas las alarmas encendidas. Pero era tarde, porque en el Betis el balón quemaba. Mucho bote, poca circulación y menos ideas. Enfrente Thomasson tomó el relevo de Bropleh para hundir a los heliopoltanos que, apoyados en una afición que a 3 euros la entrada hizo de San Pablo una caldera, eran incapaces de parar al rival. Montero encendió una llama de esperanza (83-85), pero Thomasson sopló fuerte para hacer soñar a los suyos y mandar a los verdiblancos al purgatorio. El purgatoria será ganar en el Wizink Center al Real Madrid para no tener que esperar un favor de la Penya. Y si no se consigue será la hora de ajustar responsabilidades.

Thomasson defiende a Montero. Thomasson defiende a Montero.

Thomasson defiende a Montero. / José Ángel García

Y todo tras un partido que por muchos momentos pareció tener controlado el Betis. Había mucho en juego y se notaba en la pista. Intensidad, duelos en los que echaban chispas y miradas de las que si pudieran mataban. Cada balón se luchaba como si fuera el último desde el inicio y BJ Johnson se fue varias veces al suelo a rebañar la pelota. Cada posesión valía su peso en oro incluso en los primeros minutos, en los que el conjunto local estuvo más acertado y amagó pronto con abrir brecha de la mano del alero estadounidense y Gerun por dentro. Con 11-2 tuvo que parar el choque Pablo Pin y llamar a capítulo a los suyos. El toque de atención sirvió y entre Maye y Ndoye llevaron de nuevo la igualada al marcador: 13-13 y a volver a empezar.

No aprovechó el cuadro local la antideportiva de Thomasson cuando salía al contragolpe Cvetkovic tras un espectacular tapón de BJ Johnson, especialmente motivado y sólo el acierto desde la personal permitió a los de Luis Casimiro mandar al final del primer cuarto por 22-20.

Gerun trata de anotar ante Renfroe, Maye y Ndoye. Gerun trata de anotar ante Renfroe, Maye y Ndoye.

Gerun trata de anotar ante Renfroe, Maye y Ndoye. / José Ángel García

Diez minutos de batalla consumidos, pero quedaban otros 30. Lo pasaron mal los verdiblancos ante la segunda unidad granadina, con Iriarte y Jacobo Díaz ganando los duelos bajo los aros con Lluís Costa al mando de las operaciones. El Peleón equipo nazarí no se despegaba e incluso tras un rebote ofensivo de Jacobo Díaz se puso por delante en el choque (25-26), pero los triples de Maronka, la puesta en escena de Montero, la incansable pelea de Tyson Pérez y la vuelta de Gerun al parqué para pelearse con Ndoye devolvieron la manija del luminoso a los locales, que entendieron que lo del 11-2 inicial fue un espejismo y que había que morir por cada balón para lograr el objetivo. Pargo, especialista en entrar a canasta y ver los espacios donde pocos lo ven, lideró un mini parcial bético (42-36), pero Thomasson, fichaje de urgencia granadino en busca de la salvación -y vaya si lo hizo- volvió a poner a tiro a los suyos (42-41), antes de los cuatro últimos puntos de Montero para dejar el marcador al descanso en 46-41. Nada ganado, nada perdido y mucho en juego en el segundo tiempo todavía.

Pudo el Betis romper el partido en el tercer cuarto. Ese no triple de Maronka que ponía el +9 con la afición volcada. Pero entre Thomasson y Bropleh acabaron haciendo que sólo se escuchara a los aficionados del Granada, que cantaban al final del partido "MVP" a Thomasson todavía minutos después del final de un partido en el que el Betis Baloncesto hizo de Betis. El purgatoria espera en el Wizink tras tirarse al callejón con todo a favor.

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