El Betis Baloncesto continúa con la reestructuración de la plantilla con la que arrancara la temporada. En la mañana de este jueves, aprovechando el parón por la disputa de la Copa del Rey, el club verdiblanco ha anunciado el acuerdo para la desvinculación del pívot griego Giorgos Tsalmpouris.

El jugador, que llegó en el mes de septiembre para ayudar en los entrenamientos debido a las lesiones de Nzosa y algún jugador interior más, acabó firmando un contrato para toda la temporada después de haber dejado una buena imagen en el partido de la Copa de Andalucía contra el Unicaja. 

Sin embargo, su rendimiento no se ha visto consolidado con el paso de los meses, sobre todo por su renuncia total a meterse debajo de la zona para pelear por los rebotes, algo que debería ser obligatorio para un pívot de 216 centímetros. Pero Tsalmpouris siempre ha preferido los lanzamientos exteriores y no fajarse por dentro.

Desde su llegada había disputado 16 partidos de la Liga Endesa, pero en los dos últimos encuentros Luis Casimiro ya le mostró la puerta de salida al no otorgarle ni un solo minuto ni en la victoria contra el UCAM Murcia ni en la derrota frente al Joventut.

Tsalmpouris se marcha del Betis Baloncesto con unos promedios de 18:44 minutos por encuentros en sus 16 partidos disputados, 8,8 puntos, 2,9 rebotes y una valoración de 6,5. Apenas aportó 0,1 tapones para ser un jugador de 2,16 y sus rebotes fueron testimoniales. Eso sí, 40,4 por ciento en los numerosos triples que intentó (23/57), lo que evidencia su tendencia obsesiva a jugar por fuera.

Cabe suponer que la reestructuración del equipo proseguirá ahora con la llegada de un pívot necesariamente comunitario o cotonou que pueda ayudar mucho más por dentro para luchar por evitar el descenso a la LEB Oro. Tanto Nzosa como Fischer, el último que llegó, están lesionados y no se les espera ya para la presente temporada.