El verano se presenta largo en el Betis en lo relativo a la confección de la plantilla. Habrá que esperar a que otros equipos a priori más atractivos, por músculo económico o por participar en competiciones europeas, se muevan, o encontrar alguna oportunidad de mercado, como la de A. J. Slaugther, que se convirtió en uno de los referentes del ASVEL Villeurbanne galo durante las dos últimas temporadas y estará llamado a ser uno de los principales estandartes del equipo que entrenará el próximo curso Curro Segura.

Entre los numerosos temas que están sobre la mesa, hay cuatro que tienen especial urgencia por resolverse. Y cuentan con una fecha de caducidad: el próximo 30 de junio. Son la continuidad (o no) de jugadores como Obi, Malmanis, Dee o Lluís Costa. Apenas 72 horas en las que el club trata de encajar las piezas del puzle, sobre todo en lo relativo a los famosos cupos de formación y las posibilidades de jugar con las dos plazas de extracomunitario.

De momento, sólo dos son los jugadores que conocen que su futuro pasa por Sevilla. Primero fue Pablo Almazán el que supo que seguiría ligado a la entidad verdiblanca, mientras que apenas unos días atrás se hizo oficial la continuidad de Tobias Borg. El alero granadino y el escolta sueco, en estos momentos, son los dos únicos integrantes de la plantilla de forma oficial.

Sin embargo, al roster pronto habrá que añadirle más fichas. El club tiene tres días todavía para deshojar la margarita sobre los jugadores cuyo futuro todavía no se ha desvelado. En este sentido, todo apunta a que Obi, ala-pívot norteamericano con pasaporte nigeriano, será el próximo en unirse a Almazán y Borg, en unas confirmaciones que prácticamente llegan a cuentagotas.

La búsqueda de otras opciones, como es el caso de Tomás Bellas o Albert Oliver, bases nacionales, retrasan la opción sobre Lluís Costa, por ejemplo. Con Malmanis, cupo de formación, y Dee, por su condición de extracomunitario, todavía hay incógnitas.