Estuvo a un tiro, pero perdió (73-79)
Coosur Betis - Unicaja | La crónica
El Coosur Betis demuestra un mayor espíritu de lucha en el debut de Luis Casimiro en su banquillo y tuvo la posesión para haber podido ganar el derbi andaluz contra el Unicaja
Sevilla/Nueva derrota para el Coosur Betis en el estreno de Luis Casimiro en el banquillo. Los verdiblancos tuvieron un último tiro para empatar o ganar, pero volvieron a fallar y el triunfo volvió a ser esquivo. El Unicaja, en cambio, logró una nueva victoria que lo mantiene vivo en su lucha por clasificarse para la Copa del Rey. La vida, por tanto, sigue casi igual y los anfitriones se mantienen como colistas de la Liga Endesa, aunque sí dejaron atisbar, aunque todas las valoraciones deban hacerse con la precaución de ser el primer partido del nuevo técnico, con lo que eso conlleva de entusiasmo, que con esta nueva plantilla hay, al menos, un mayor espíritu de lucha.
Salió intenso el equipo sevillano, arropado por su público y con ganas de que esta nueva etapa, en la que también debutaron dos jugadores –el ala-pívot dominicano Eulis Báez y el base serbio Aleksandar Cvetkovic–, se iniciara con buen pie, lo que le dio para mandar en el marcador desde que lo abriera con un triple el escolta belga Vrenz Bleijenbergh.
El Coosur Betis, fuerte en defensa y acertado en el tiro, sorprendió al Unicaja, al que le llegó a sacar una ventaja de siete puntos (15-8) en el meridiano del cuarto, lo que obligó al técnico griego Fotis Katsikaris a pedir un tiempo muerto del que su equipo salió reforzado.
Los visitantes llegaron a ponerse por primera vez por delante (17-18) en el último minuto del parcial, que acabó con un ajustado 20-18 para los de Casimiro y que dio paso a un segundo cuarto que empezó espeso, con dos equipos con problemas en los rebotes defensivos y en el que se tardó tres minutos en lograrse la primera canasta, un triple del alero francés del Unicaja Axel Bouteille (20-21).
El partido se fue al descanso con un parcial favorable a los malagueños (18-20), con el base estadounidense Norris Cole tirando del carro anotador (13 puntos) y con los sevillanos lastrados por las tres faltas personales que acumuló el escolta letón Dairis Bertans, lo que dio para empezar la segunda mitad con un empate a 38.
Tras el descanso, el Unicaja mantuvo la progresión en su juego y ello también gracias a la desconcentración del Coosur Betis, que vio como el rival logró a los cinco minutos de la reanudación la máxima ventaja hasta entonces en el partido, de ocho puntos (45-53).
Ello obligó al técnico manchego a pedir un tiempo muerto que no conllevó la reacción de los suyos, que se fueron al último cuarto con un 53-61. Esos ocho puntos de desventaja llegaron a diez (53-63) en el inicio del parcial definitivo y a once (57-68, m.33) debido, entre otros factores, a que el Unicaja fue muy efectivo ante las numerosas perdidas del balón del rival.
Con el partido claramente escorado a favor del equipo visitante, los locales, a la desesperada, ejercieron una gran presión en la cancha. De esa manera, y con el pundonor que habían mostrado ya con anterioridad, estuvieron muy cerca de darle la vuelta al marcador. A falta de treinta segundos se puso con un 73-74 e incluso con posesión para los verdiblancos.
El milagro parecía posible, pero llegó el fallo de los locales y después una falta sobre Alberto Díaz con apenas tiempo por jugar. El base anotó los dos tiros y después llegó una pérdida más y un triple de Carlos Suárez, que cerró el pleito con el 73-79.
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