En tiempos en los que se exige resultados inmediatos arrancar una tercera etapa consecutiva al frente de un equipo no es nada fácil. Lo hace este curso Curro Segura, que tras subir desde la LEB Oro, primero, y firmar una decimoquinta posición en una campaña que la ACB impidió acabar a un Betis Baloncesto al alza, afronta el reto de asentar al conjunto sevillano en la Liga Endesa con el sueño, pese a la reducción presupuestaria, de mirar más lejos manteniendo los pies en el suelo. "Paso a paso. Lo primero será atar la permanencia y cuanto antes se haga, antes se podrá mirara otros retos", señala.

–¿Cómo ha sido el verano de la pandemia?

–Muy diferente a otros no, porque a la hora de fichar hemos tenido condicionantes similares. Somos exigentes en la búsqueda y eso nos hace ir a un ritmo distinto. Pero sí ha sido distinto porque se nos ha hecho todo muy largo al dejar de jugar en marzo.

–Es el entrenador profesional del Betis que lleva más tiempo en el club. ¿Hace de cicerone a Pellegrini?

–Para nada. Estoy contento porque la continuidad suele significar objetivos y trabajo cumplidos. Ojalá esta campaña sea la tercera de muchas más. La antigüedad te da mayor conocimiento del club, de la estructura, de la experiencia del funcionamiento interno..., pero la responsabilidad siempre es máxima. Quiero crecer y hacer crecer la sección de baloncesto del Betis.

–Mucho tiempo lejos del parqué, ¿no?

–Demasiado. Creo que jamás había estado tanto tiempo. Aunque hicimos al final postemporada, la situación imponía entonces medidas especiales, como ahora. Aproveché ese tiempo para ver mucho baloncesto, analizar cosas propias, ver a otros técnicos... El tiempo sin entrenar ha sido provechoso para sacar ventaja que en el día a día es imposible. Había que seguir como fuera. Es lo que me mueve. Seguir trabajando con humildad y ambición, sin olvidar de donde vengo.

Curro Segura.

–¿Qué va a cambiar en la temporada del Covid-19?

–Muchas cosas y no sólo por la situación sanitaria. De momento las pretemporadas están siendo complicadas y al ser 19 equipos en la liga habrá un calendario irregular, así que la clasificación nunca va a ser real hasta el final de cada vuelta. Eso requiere una reflexión de paciencia y mirar la clasificación de forma subjetiva, pensando en el día a día. Esta campaña la clave será entrenar y jugar cada partido como si fuera el último.

–Dijo al acabar la pasada que quería conservar buena parte de esa plantilla. Siguen sólo cuatro.

–El recorte presupuestario que hemos tenido no nos ha permitido amarrar la continuidad de algunos jugadores que nos hubieran gustado. Hay que reinventarse y en vez de lamentarme me lo tomo como un reto, pensando que tenemos mejor equipo y dispuesto a sacar el máximo provecho de cada jugador que tengo.

–Más físico, con más velocidad... Parece un conjunto muy distinto al del año pasado.

–Creo que lo que hay son roles más definidos en los puestos. En cualquier caso somos distintos, pasando de dos bases muy directores y controladores a tener este año otros con más velocidad. En el juego interior la fisonomía es distinta, con menos piezas, pero conservamos la filosofía de trabajo y de unidad en la que el colectivo está por encima de las individualidades. La idea es ser competitivos y no dar nunca un partido por ganado o perdido, porque la igualdad será máxima.

–¿Con menos presupuesto y un equipo muy renovado, ¿cuáles son los objetivos del año?

–Obviamente el primer objetivo es la salvación y no se puede esconder ni disfrazar con otras palabras. La ambición es grande y si logramos atar la salvación pronto pensaremos en retos más altos, pero nunca antes.

–¿Qué nombre le ilusiona en este Betis?

–Creo que puede haber varios nombres que sorprendan. La confección de la plantilla se basa en contar con buenas personas y buenos jugadores. Lo hemos conseguido y no creo que vaya a haber uno que sorprenda, sino que habrá varias gratas sorpresas.

–¿Se verá un Betis Baloncesto muy distinto?

–Probablemente veremos un Betis que corre más. No sólo por los bases, sino por el hecho de dominar más el rebote y poder correr.

–El puesto de cinco es clave.

–Consideramos que es un puesto muy importante, especialmente para equipos como el nuestro. El año pasado la apuesta por un rookie como Izundu y que Niang tuviera más protagonismo en ACB tuvo que ser compensada con la incorporación de Jerome Jordan. Por eso hemos apostado por Ndoye, con la idea de tener la referencia interior desde el inicio.

Curro Segura, junto a Harrow en un entrenamiento.

–¿Menos dependencia del triple?

–El juego va por ese camino. No digo que tiremos menos de tres puntos, porque es una tendencia del baloncesto moderno y no vamos a dejar de usarlo, pero la idea es no depender de él. Sería buena noticia conseguirlo. Y no sólo por Ndoye, sino por otros jugadores con un gran físico que son capaces de sacar ventajas más cerca de la canasta como Campbell o Ouattara. En general tenemos un equipo más potente.

–¿Puede notar en los partidos el Betis el cambio de la primera a la segunda unidad?

–La segunda unidad no me preocupa. Los conocemos perfectamente, conocen la liga y la competición y me dan absoluta confianza. Es una expresión además incorrecta, porque se puede jugar con una mezcla de jugadores o incluso el esfuerzo y el trabajo convertir a un teórico suplente en titular. Aquí lo que cuenta es el grupo, no las individualidades.

–¿Cree que la pandemia ha hecho mella en la Liga Endesa?

–Creo que la liga no ha disminuido su potencial; al contrario, lo ha incrementado. Se podía esperar un bajón, pero no es real. Ejemplos como el del Joventut hacen que la liga siendo de máximo nivel y competitividad.