Betis Baloncesto

SOS, el grito desesperado de la afición ante el peligroso silencio del Betis

Ramón Alarcón y Carlos Lazo, CEO del Real Betis y XOY.

Ramón Alarcón y Carlos Lazo, CEO del Real Betis y XOY. / Betis Baloncesto

La LEB Oro entra en su recta final y en el Betis Baloncesto crecen las dudas sobre su futuro justo cuando deportivamente mejor están las cosas. Y no es que sea para tirar cohetes ni celebrar ser noveno, pero dado como se ha desarrollado la temporada, aspirar al play off y jugar sin presión alguna lo convierte en un rival peligroso sin duda. Si llega, claro. Porque la plantilla, con el mercado ya cerrado, se ha visto mermada entre ahorrarse la ficha de Wembi y la lesión de Pablo Marín, a lo que se suma una situación extradeportiva de la que la plantilla trata de aislarse.

Carlos Lazo, el CEO de XOY, grupo que ostenta su titularidad, está buscado por la justicia mexicana acusado de estafa, los clubes que tenía en el país azteca no han salido adelante este año en las distintas modalidades y en Sevilla se ha acabado el presupuesto y se hacen malabarismos para que la plantilla –se despidió a un fisioterapeuta, un preparador físico y tres empleados más– cobre hasta el final. Y pese a todo nadie da la cara para dar explicaciones. 

Ni siquiera el capitán Pablo Almazán es capaz de dar explicaciones clara a todo lo que está pasando, seguramente entre la precaución y el mismo desconocimiento. "En el vestuario hemos normalizado una situación que ninguno habíamos vivido en nuestra carrera antes con tantos cambios. Ahora, después de los despidos, ha sido la peor semana de entrenamientos de la temporada", explicó el granadino en el programa Tirando a fallar de Es Radio. "Las decisiones que se están tomando son para que podamos terminar la temporada cobrando al día", indicó el granadino. 

Dio más pistas el alero sobre cómo está el equipo. "Nos vamos a aferrar con uñas y dientes a jugar el play off. Queremos estar ahí, pero sabemos que, con la plantilla que hay, la gasolina es la que es. Gestionamos las cargas y los entrenamientos para poder llegar con energía a cada partido", explicó. El jugador bético, que tras seis temporadas en Sevilla ha visto, y sufrido, el declive del equipo, añadió: "No es fácil ver lo que está pasando con el baloncesto en Sevilla. Es complicado ver cómo está el pabellón, pero sentimos más cerca que nunca a la gente que sigue viniendo con tanta inestabilidad. No se puede describir con palabras", aseguró.

El caso es que de toda esta situación el Betis es cómplice con su silencio. Un silencio inquietante porque la lógica indica que la sección de baloncesto volverá a su poder al final de esta campaña al no cumplir el conglomerado mexicano con lo pactado. Pero nadie en la entidad heliopolitana, pese a que su marca se ha relacionado con una persona acusada de estafa, habla de nada. Un silencio que dentro de San Pablo se toma como un peligroso "pasotismo" aun cuando Ramón Alarcón, CEO del Real Betis, aparece en los papeles (era necesaria su firma también para fichar) como el presidente del Consejo de Administración del Betis Baloncesto.

En redes sociales la afición está moviendo la etiqueta #SOSBetisBaloncesto dada la situación límite de un equipo que ha ganado siete e los últimos nueve partidos y se agarra al noveno puesto para jugar los play off por el ascenso. Pero la sensación es que se trata de un grito desesperado que no tiene respuesta. El futuro no existe más allá del próximo encuentro, este sábado en el Pumarín ante el Oviedo (17:00). Todo lo demás es una moneda al aire mientras que Alarcón o Juan Useros, responsable del Área de negocios y persona que negoció el pasado verano en México la venta (además de otras acciones) del baloncesto a XOY, levanten la voz para señalar los planes para el equipo.

En tres meses de escándalo de XOY el Betis no ha comunicado nada oficialmente más allá de unas palabras de algún dirigente trasladadas a este periódico por el departamento de comunicación hace ya más de un mes. "Con nosotros ha cumplido en tiempo y forma. Desde que saltó este caso ha seguido haciendo aportaciones al de baloncesto y ha reforzado el equipo. Estamos vigilantes por el posible daño reputacional, pero por ahora no ha incumplido nada". Seguramente por contrato aún no puede decir nada, pero sigue resultando extraño que Alarcón firme como presidente del consejo de administración de una sociedad que fue vendida el año pasado. A un grito de auxilio hay que contestar y, de momento, el Betis no lo hace.

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