Este Betis Baloncesto transmite en Burgos que es un proyecto más que liquidado (87-67)
El equipo de Gonzalo García de Vitoria y Pedro Fernández dimite muy pronto ante el San Pablo y demuestra que está muy lejos del objetivo pregonado
Las fotos del San Pablo Burgos - Betis Baloncesto
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Burgos/Dura bofetada de realidad para el Betis Baloncesto 24-25. Pedro Fernández, líder del proyecto, ya lo debe tener claro después de esta derrota ante un Silbö San Pablo Burgos (87-67) que, al menos de momento, sí es el mejor equipo de esta Primera FEB. Los castellanos, además, obligaron a resituar el objetivo para unos verdiblancos que, decían, se iban a pasear por la categoría. El ascenso directo ya es casi una quimera, y el casi es incluso una concesión, al situarse a cuatro triunfos de los burgaleses de Bruno Savignani y Pablo Almazán y a tres del Estudiantes.
Si se tiene en cuenta que ya se entra en la recta final, con once jornadas por disputar, cuatro triunfos de distancia es ya un margen considerable. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el Silbö San Pablo Burgos sólo ha sufrido dos derrotas en los 23 encuentros que ha disputado hasta el momento.
Son números y números que tal vez no pertenezcan a la disección de esta nueva decepción sufrida en la visita al Coliseo burgalés, el mismo sitio donde ya saltaron las costuras hace escasas semanas con la disputa de la Copa de España. Pero es que es una evidencia ya que este Betis Baloncesto no está en el mismo nivel que los mejores conjuntos de la categoría e incluso habrá que ver si es capaz de aguantar el tirón ante un Monbus Obradoiro y un Palencia que sí han mejorado considerablemente sus proyectos con las llegadas de nuevos refuerzos, aunque los castellanos también caían en Valladolid en esta jornada.
Fuente de frustración
El Betis Baloncesto, en cambio, es ya una fuente de frustración para todos sus seguidores, que los hay, claro que sí. El único jugador que ha llegado para reforzar, al menos en la teoría, el juego interior de los verdiblancos ni siquiera tenía un solo minuto en esta nueva cita en Burgos. Tunde veía todo el partido desde el banquillo y cabe preguntarse las razones para que no tenga ni la más mínima participación a la vista del rendimiento del resto de los jugadores interiores.
El guión del partido se iba a asemejar bastante a lo previsto. Con el Coliseo burgalés convertido en todo momento en una olla a presión, sólo el triple inicial de Benite y cinco puntos posteriores de Álex Suárez (5-6, 7-8) iban a servir para que el equipo de Gonzalo García de Vitoria estuviera por delante en el marcador.
Después lo pudo volver a hacer en el final del primer cuarto al igualar un 19-12 con un 0-7 de parcial, pero apareció uno de los males eternos de la temporada. Kasibabu fallaba dos tiros libres y evidenciaba lo que todos saben, que lo mejor es hacerles faltas personales a los pívots de este Betis Baloncesto para que se tengan que ir a la línea de los tiros libres. Le sucedió a Kasibabu y también a De Bisschop en otras ocasiones. Una circunstancia de partido que ya es conocida de sobra por todos los adversarios, en definitiva.
La salida del segundo cuarto ya iba a apuntar hacia dónde se dirigiría el encuentro. La frustración de los verdiblancos iba a crecer conforme éstos comprobaban que no eran capaces de meterse en el encuentro. El electrónico iba a premiar la mayor intensidad del Silbö San Pablo Burgos, mientras que en el Betis las caras ya se encargaban de enseñar que aquello era imposible.
La eterna espera de Vitor Benite
García de Vitoria, una vez más, se empeñaba en esperar a que Vitor Benite fuera capaz de reaccionar después de sus numerosos fallos y también de las faltas personales que acumulaba en su casillero. El brasileño fallaba y fallaba en su empeño en ser protagonista en el juego y eso también iba afectando a un Mark Hughes que cada vez se sintió más ausente dentro del funcionamiento de los suyos. El exterior norteamericano, siempre una garantía de regularidad, se iba al banquillo en el tercer cuarto con una estadística espantosa, cero puntos, con sólo dos lanzamientos de tres puntos y -11 de valoración a pesar de que en ese momento llevaba jugado más de 17 minutos.
Son circunstancias clarificadoras de lo que estaba sucediendo y la consecuencia era que el Silbö San Pablo Burgos iba aumentando las distancias en el electrónico. 60-44 y fallos en triples lanzados absolutamente en solitario por Cvetkovic y Vitor Benite. Era un verdadero desastre todo.
El Betis Baloncesto, a falta de un cuarto entero, había decidido que estaba deseando irse a las duchas. 53-44 con un triple de Dani Díez y ya todo se acercaba de nuevo a un partido sonrojante para el proyecto de Pedro Fernández. 65-46 con dos libres de Dani Díez y sólo De Bisschop parecía empeñado en pelear al menos. El tercer cuarto se iba a cerrar con 66-47 sin que ni siquiera intentaran los béticos un tiro final. Como si ya todo estuviera acabado.
Un cuarto final de auténtico calvario
Lógicamente, el cuarto final sólo iba a servir para el lucimiento del Silbö San Pablo Burgos y el gozo de su afición. Desde la primera canasta de Goloman, con un 2+1 increíble para el 69-47, todo era felicidad para unos y un verdadero calvario para los otros. Eso sí, Hughes anotaba sus primeros puntos en el minuto 32 con un triple (69-50), cuando todo estaba ya más que sentenciado.
García de Vitoria buscó protección en una zona 2-3, pero lo primero que recibió fue un triple en solitario de Dani Díez (75-52). Otra bofetada más. Un 0-5 que podía otorgar esperanzas era respondido por un 5-0 de inmediato… El último cuarto era un verdadero calvario, que se hacía larguísimo en el padecimiento.
En fin, no hay más cera que la que arde, el proyecto del que su propietario alardeaba como el mejor de la categoría, el que debía ascender casi sin jugar, tiene una pinta cada vez más cadavérica. Es la triste realidad.
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