Después de cosechar el primer triunfo de la temporada el Betis Baloncesto afronta un doble compromiso esta semana para, tras ganar en Melilla, consolidar esa mejora producida tras la llegada de los últimos fichajes.

El conglomerado mexicano XOY ha demostrado que su apuesta, de momento, es seria y donde otros años todo eran problemas para reforzar el equipo en lo que desde la planta noble del Benito Villamarín se daba el visto bueno a una operación (por el tema económico, no en el deportivo) tras la tercera derrota se aceleraron los movimientos para la llegada de dos nuevas piezas que se sumaban al ya fichado Jordan Barnes, que ya vio el encuentro ante Estudiantes desde la barrera. Junto al base han llegado un escolta anotador Eddy Polanco y un alero joven pero con experiencia en la categoría como Ondrej Hanzlik. Y llegará alguien más, ya que Javi Carrasco apenas dispone de un pívot, Ismael Romero, ya que Krutwig debió ser dado de baja para hacerle sitio al director de juego estadounidense y unos problemas burocráticos pareen impedir que el ucraniano Kulishenko pueda echar una mano en la zona.

No hay que olvidar que Joaquín Rodríguez, internacional uruguayo, no ha podido debutar todavía a la espera de que llegue un pasaporte italiano que empieza a demorarse como en su día le pasó a Josh Asselin en el ya extinto Cajasol. El escolta tiene hechuras de jugador y pese a su juventud al contrario que con otros canteranos está desarrollado físicamente y ayudara mucho cuando pueda jugar, siendo una pieza importante en un perímetro que empieza a afinar la puntería afortunadamente.

Eddy Polanco, en el debut con el Betis Baloncesto.

XOY ha hecho casi un quinteto nuevo respecto a lo que había firmado el Betis en primera instancia. Jordan Barnes, Polanco, Joaquín Rodríguez, Pablo Almazán e Ismael Romero podrían formar un cinco inicial (con algunas posiciones forzadas), además del mencionado Hanzlik, competitivo en una LEB Oro igualada en la que el conjunto sevillano ha de acelerar en esta particular pretemporada en la que anda metido con la competición cogiendo ya velocidad de crucero.

No en vano el Betis recibe en San Pablo al Gipuzkoa en este miércoles festivo (12:30) y el sábado visitará al Valladolid (17:00), dos partidos de altura en los que demostrar que su progresión es real a la espera de que llegue el necesario pívot que dé descanso a Romero con ciertas garantías. El problema es la configuración de la plantilla y deberá ser un nacional o comunitario o cotonou. No hay mucho jugador español en el mercado que se desenvuelva por dentro y esté libre, por lo que cabe pensar que vendrá de fuera. Será, de momento, el último movimiento para poner a disposición de Javi Carrasco las herramientas necesarias para enderezar el rumbo en la LEB Oro, aunque ahora vienen dos duras pruebas con las que pasar revista a un Betis que debe ir a más.