A veces las estadísticas son números que sirven para hacerse una ida de cómo ha sido un partido, aunque no siempre guardan la verdad absoluta. Otras, sin embargo, marcan el camino y sirven con explicación a algo. Si una cifra puede resumir el inicio liguero de este Coosur Real Betis es el del rebote, mal en los años anteriores en la ACB que vuelve a reproducirse esta campaña.

Partido tras partido, el problema es cada vez más patente, alcanzando su máximo grado en las dos últimas jornadas. En Vitoria perdió esa batalla por 35-23, mientras que hace dos jornadas, ante Zaragoza en San Pablo, cayó por 36-42 encajando en el último periodo un 5-15 (31-27 al final del tercer cuarto) definitivo y a la postre decisivo en la remontada maña de 11 puntos en los últimos 10 minutos.

Pero el problema no es nuevo hasta el punto que el Betis es el único equipo de la ACB que ha perdido la lucha bajo los aros en todos los partidos que se llevan disputados hasta ahora. Está lejos del 5-0 del Iberostar Tenerife e incluso el Estudiantes, el Bilbao y el Obradoiro se han impuesto en esta faceta alguna vez.

30,4 rebotes es el promedio del Betis por partido, faceta en la que es el peor en la ACB

Ni siquiera lo hizo el Betis en el choque que ganó ante el Joventut 33-36), ni tampoco en su debut en Murcia frente al UCAM (39-32) ni en Valencia (38-28). La media es de más de 7,5 rebotes menos que su rival por partido y el mínimo de capturas que su rival firmó fueron las 33 de la Penya. Esto hace que en los cinco encuentros acumule una diferencia negativa en el rebote de -38 en la suma total, pese a contar con centímetros en la pintura de con los 2,11 metros de Whittington, los 2,08 de Obi e Izundu y los 2,09 de Niang.

Esta rémora implica, lógicamente, que el hispalense sea de los conjuntos de la Liga Endesa que menos en suma en segundas oportunidades: apenas acumula 45 puntos, igualado con el Manresa y sólo mejor que el Baskonia, 38, de los cuales sumó 14 sólo frente al Betis merced a sus 15 rebotes ofensivos. Es el tope concedido por el Coosur, que sólo dejó a un rival por debajo de las 10 capturas en ataque, el Zaragoza con ocho (cuatro en el último cuarto). El UCAM Murcia firmó 12, como el Joventut, mientras que el Valencia se fue hasta las 13.

Con estos números es lógico que el Betis sea el peor reboteador de la competición. Acumula una media de 30,4, frente a los 41,6 del Real Madrid, primero, o los 29,2 del Andorra, su próximo rival en San Pablo, que se distribuyen de la siguiente manera: 21,2 defensivos, estadística en la que es penúltimo sólo por delante del Obradoiro (20,2); y 9,2 en ataque, decimoquinto igualado con el Bilbao y el Gran Canaria y superando únicamente al Baskonia, que promedia 8,4 y que casi dobló esa cifra (15) en su partido ante el Betis de la jornada anterior.

Los números son números y pese a ellos pudo ganar el equipo de Curro Segura al Zaragoza o al propio Baskonia. Pudo ganar y perdió, quizá por esa rémora en los rebotes que debe mejorar para ser más competitivo en esta ACB.