Rotación e intensidad, los sellos del líder de la LEB Oro

Betis Energía Plus

La profundidad y calidad del banquillo y la defensa, claves en la primera vuelta de un Betis Energía Plus que fue de menos a más

Lluís Costa aprovecha el bloque de Tunde sobre el base del Lleida Turner.
Lluís Costa aprovecha el bloque de Tunde sobre el base del Lleida Turner. / Víctor Rodríguez
Pablo Salvago

15 de enero 2019 - 05:42

Sevilla/Las cosas no son como empiezan, sino como acaban. Tampoco lo son a la mitad del camino, si bien este punto es ya una referencia válida. Y al final de la primera vuelta varias cuestiones parecen claras sobre el Betis Energía Plus, líder de la LEB Oro ahora con tres triunfos de ventaja sobre el Bilbao Básket y el Peñas Huesca, su próximo rival.

Al equipo de Curro Segura le costó un mes conjuntarse. Lógico en una plantilla con 12 piezas nuevas, algunas llegadas tarde y otras con lesiones en la pretemporada, aunque no por ello las derrotas en el estreno en tierras oscenses y en Pucela frente al Valladolid fueron inesperadas. El equipo defendía mal y vivía de su inspiración ofensiva, pero desde la jornada 7 empezó a evidenciar dos nuevas virtudes que lo han llevado a completar su racha de 14 triunfos consecutivos, de momento, tras su último triunfo ante el Força Lleida, casi con puño de hierro: la defensa y las rotaciones.

No hay jugadores intocables en el vestuario verdiblanco. Si bien el granadino dispone un cinco inicial de salida que suele repetir (Dani Rodríguez, Dee, Bropleh, Malmanis y Stainbrook), todos tienen sus minutos y cualquiera puede convertirse en un factor diferenciador. Lo han sido Obi en muchos encuentros, pero también Tunde con su intensidad atrás, Lluís Costa con su cambio de ritmo, Borg desde la defensa, como ante el TAU Castellò hace dos jornadas (jugó los últimos 15 minutos en un partido apretado) o Pablo Almazán el pasado viernes ante el Lleida, leyendo el encuentro a la perfección y dotando al Betis de lo que le faltaba cuando el marcador estaba en contra: cabeza.

En los últimos 11 encuentros la media de puntos encajados es de 67,3 y sólo dos rivales llegaron a los 70 puntos

La profundidad de banquillo le permite al entrenador verdiblanco rotar y que todos sus jugadores lleguen frescos al final. Circunstancia igualmente clave en más de un encuentro.

En muchos otros, su tremendo poder ofensivo marcó cómodos triunfos. Es el máximo anotador de la liga con un promedio de 84,1 puntos por encuentro pese a no tener un jugador que destaque únicamente en esa faceta, pues su mayor anotador es Bropleh con 12,3 puntos de media, seguido de Dee con 11,7.

Pero a esa capacidad realizadora que se le presuponía desde el inicio del curso unió un sacrificio e intensidad en defensa que ha ahogado a muchos rivales. No en vano, desde la jornada siete (los últimos 11 encuentros) la media de puntos encajados es de 67,3 en los que sólo permitió a dos conjuntos (Cáceres, con 72, y el Barcelona B, con 73) anotar 70 o más puntos. El resto, con oponentes de nivel como el Bilbao, el Palencia, el Melilla, el Oviedo o el Lleida, entre otros, se quedaron por abajo de esa cifra. A todos ellos los recibió en San Pablo, convertido en fortín inexpugnable de momento, por lo que la segunda vuelta se complicará con salidas muy exigentes.

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